Los “Pallasos en Rebeldía” estuvieron en Palestina, quizá aún resuenen las risas que dejaron…
Mientras el Festiclown estuvo en Palestina hubo caras risueñas, aunque en algunas ocasiones les costó provocarlas, lo que dadas las circunstancias de la población es comprensible.
Fue organizado por Pallasos en Rebeldía, que en su segunda edición se celebró en los 9 primeros días octubre de este año, y consistió en un festival de distintos espectáculos para provocar carcajadas. Desde aquí les felicito por su valentía y arrojo, y porque con su ejemplo nos aproximan al lado humano, lo cual es un bálsamo ante tanta mentira, indignidad, violencia, barbarie…
En este festival internacional participaron 20 artistas, “camicaces del corazón y unos piratas de la sonrisa” según Iván Prado director de Festiclown, en el que desarrollaron más de 50 Actividades en Cisjordania, para “aliviar” las graves consecuencias de los ataques israelíes a la población palestina durante este verano.
Actuaron en hospitales, colegios y campos de refugiados, también en teatros, centros culturales, plazas y calles.
Según Iván Prado su motivación es “levantar la esperanza, para despertar la ilusión, para demostrar que se puede construir un mundo donde quepan todos los mundos, son como el ejército de Pancho Villa, por donde pasan no vuelve a crecer la tristeza”…
“Una nariz roja en medio de un universo de pólvora y agresividad es una apuesta por el ser humano” Pepe Viyuela, actor, payaso y ex presidente de Payasos sin Fronteras hace esta referencia a la risa, en el libro “Risas y Humor” de Payasos sin Fronteras. También hace esta otra reflexión: el sentido del humor es un flotador que permite que no nos vayamos al fondo. Cuando el humor no existe, nuestro peso es demasiado alto y cualquier tormenta podría llevarnos al fondo. Por eso quizá los payasos, que no producimos nada material, sí posibilitamos que el sufrimiento se debilite y se diluya y con eso sirvamos para hacer que todo funcione mejor. Suena presuntuoso pero me parece que es verdad, y, como soy un payaso, lo digo.
Hoy nos levantamos con la noticia de que vuelven una vez más, los enfrentamientos entre personas israelíes y palestinas, y como resultado más muerte. Se ve que no evolucionamos con el cerebro y el corazón, parece que hasta ahora solo da para ¡huevolucionar”! sigue “mandando huevos”…
Necesitamos urgentemente y a nivel mundial, un ejército de payasos que hagan el humor a tiempo completo, hasta que el seso y el afecto, o sea la empatía, sean características indispensables del poder y la cultura. Parece que en este punto la OIT debería emplearse a fondo.
Desde aquí os doy las gracias por vuestra profesión, inconcebible sin esa vocación por hacer reír, esa risa que tantas veces nos saca de emociones negativas ayudándonos a levantarnos en medio de la tristeza y el miedo, activando el optimismo y potenciando nuestra creatividad.
Gracias por empeñaros en demostrar que el mundo es también un lugar en el que se puede carcajear, aún cuando todo parezca ir mal…
Vídeo la presentación del documental “Siete lágrimas y mil sonrisas” y declaraciones de Iván Prado, director de Festiclown.