Han tenido que concluir de manera urgente su prevista misión en Ucrania debido a la inseguridad
A primera hora de la tarde del jueves 20, la Misión Internacional Conjunta (MIC), que lideraban en Ucrania la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y su rama europea, la FEP, se ha visto obligada a abandonar el centro de Kiev debido a la inseguridad. Sus integrantes conseguían llegar al aeropuerto entre enormes dificultades y peligros.
La FIP y la FEP encabezaban la MIC, junto a representantes de diversas organizaciones internacionales, como la OSCE (Organización de Seguridad y Cooperación Europea), y otros representantes de los medios de comunicación mundiales y de la libertad de prensa, como Reporteros Sin Fronteras o Artículo 19. Coincidiendo con su llegada, una treintena de periodistas habían sido heridos y el corresponsal de un periódico considerado prorruso, asesinado.
Según nos ha informado desde Bruselas Ricardo Gutiérrez, secretario general de la FEP, los integrantes de la misión intentaban llegar al aeropuerto, entre barricadas, cortes de carreteras y disparos de todas las procedencias. Los vuelos de salida de Kiev están completos. La MIC ha optado por anular su estancia, que debía concluir el viernes 21 de febrero, tras una recomendación en ese sentido por parte del personal especializado de la OSCE en Kiev. Esperaban entrevistar a periodistas heridos, encontrarse con abogados y activistas de los derechos humanos en Ucrania, así como celebrar una mesa redonda con ONG y una rueda de prensa final para expresar sus primeras conclusiones. Poco de esa agenda ha podido terminar como se esperaba.
“La situación sobre el terreno es demasiado peligrosa», decía Ricardo Gutiérrez, «de modo que la misión ha procedido a la evacuación. Primero, hacia la sede de la OSCE en Kiev, después hacia el aeropuerto. Todos están ya a salvo. Jasmina Popovic, vicepresidenta de la FIP y Mogens Blicher Bjerregård, presidente de la FEP, y los demás colegas nos darán pronto sus impresiones”.
Los miembros de la MIC han informado de ataques con bombas incendiarias y parecen haber sido testigos de la destrucción del edificio de los sindicatos. El día anterior, miércoles 19, la FIP daba cuenta así en un comunicado del asesinato de un periodista y de los objetivos de la MIC:
«Condenan la violencia contra periodistas en Ucrania durante una misión internacional liderada por la FIP y la FEP.
La Misión Internacional Conjunta (MIC) sobre seguridad y libertad de prensa, que se encuentra desde el día 19 de febrero en Kiev, ha condenado la violencia ejercida contra los periodistas, especialmente el asesinato (el día anterior, 18 de febrero) del corresponsal del diario Vesti, Vyacheslav Veremyi, así como los ataques que han dejado detrás un rastro de decenas de periodistas heridos.
Diversos grupos internacionales y nacionales -implicados en el apoyo al periodismo, a los periodistas y a la libertad de información- conforman una delegación, que incluye a la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y a su rama europea, la FEP.
La MIC ha pedido a las autoridades ucranianas que permitan una investigación transparente, rápida e independiente para llevar a los responsables ante la justicia. Hasta la trágica jornada del 20 de febrero, al menos 167 periodistas habían resultado heridos desde el principio de la crisis política que vive Ucrania desde finales de noviembre de 2013. Muchos de esos periodistas fueron puestos en el punto de mira de manera selectiva. Ninguno de esos ataques han sido investigados por las autoridades”, según los integrantes de la misión internacional.
“Esa inmunidad es inaceptable y alimenta nuevas violencias del mismo tipo. Pedimos a todas las partes que trabajen para disminuir la tensión y que mantengan todo el respeto al trabajo y a la integridad física del personal de los medios de comunicación. Recordamos a las autoridades de Ucrania que son las responsables de la seguridad de los periodistas. Llamamos a la comunidad internacional para que utilice todos los instrumentos posibles para lograr que los periodistas puedan trabajar seguros”, añadieron los miembros de la MIC.
El periodista Viacheslav Veremyi (de 33 años) murió en un hospital de Kiev, tras quedar malherido durante el ataque contra él y otro de sus colegas. Según diversos testimonios, fue sacado por la fuerza del taxi en el que regresaba a su casa desde la plaza Maidan, donde tienen lugar los choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes contrarios al presidente Viktor Yanukovitch y que han provocado decenas de muertos. Veremyi fue brutalmente golpeado y le dispararon en el estómago cuando mostró su tarjeta de periodista. Los días 18 y 19 de febrero, al menos 27 periodistas resultaron heridos en Kiev en distintos incidentes. En la mayor parte de estos ataques estuvieron implicados individuos desconocidos y miembros de las fuerzas especiales “Berkut”.
La MIC ha expresado su preocupación por los intentos de censurar la información, como muestra el bloqueo del Canal 5 que emitía para todos el país desde el 18 de febrero.
La MIC sobre seguridad y protección de los periodistas y por la libertad de prensa incluye a representantes del Sindicato Nacional de Periodistas de Ucrania, del Sindicato de Trabajadores de los Medios Independientes de Ucrania, de la Asociación de Editores de Prensa de Ucrania, de la FIP y la FEP, International Media Support (IMS), Fundación Open Society, WAN/IFRA, Artículo19, Reporteros Sin Fronteras y al representante para la libertad de los medios de la OSCE (Organización por la Seguridad y la Cooperación en Europa).
La delegación tiene previsto permanecer en Kiev dos días (19 y 20 de febrero) para reunir información sobre las violaciones de la libertad de prensa en Ucrania y para expresar su solidaridad con los periodistas en peligro, de modo que se puedan preparar respuestas ulteriores a los ataques que están sufriendo«.
La misión internacional ha tenido el dudoso privilegio, la pésima suerte, de llegar en el peor momento. En el escenario de violencia generalizada, llámese guerra civil o insurrección, las organizaciones internacionales de los periodistas tendrán que revisar toda su estrategia. Kiev se empieza a parecer más al Sarajevo de 1992 que a las capitales europeas de los países vecinos.