Extraño país, este, donde los fabricantes de perfumes se dedican a enaltecer las hazañas poco pacíficas de sus compatriotas, dirán algunos, al descubrir – probablemente asombrados – la notica del perfumero de la Franja de Gaza que lanzó una nueva fragancia con… temática de misiles.
Para Bilal Abu Saraya, un gazatí de 23 años de edad, no existe contradicción alguna entre el comercio y la política. Bautizar una fragancia con el nombre de un misil es… lo más normal del mundo. En Gaza, el perfume huele a misiles de la resistencia, afirma rotundamente el comerciante palestino, cuyos frascos de perfume rinden homenaje a la Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa, autores materiales de los ataques balísticos contra el territorio israelí, durante la Operación Guardianes del Muro de 2021.
El frasco-misil dedicado a la Yihad Islámica lleva el apodo de Burak 100, recordando el corcel que llevó al Profeta a la Ciudad Santa de Jerusalén. El de las Brigadas de los Mártires de al Aqsa tiene, por ahora, la designación técnica del artefacto.
¿Disparate? No, en absoluto, estima Abu Saraya. Es una idea antigua, pero que se ha vuelto muy popular recientemente entre los jóvenes, rebeldes que aman la resistencia.
La noticia, difundida en las redes sociales israelíes el pasado fin de semana, causó a la vez indignación y estupor. Las fragancias de la muerte, estiman los pobladores del Estado judío, víctimas potenciales de los ataques palestinos. Deberíamos exportar esos perfumes a Occidente, para que se entere la gente cómo funciona la mente de los palestinos, sostienen otros. ¡Ay! la vena comercial…