Con motivo del fallecimiento del último presidente de la entonces Unión Soviética, Mijail Gorbachov (1931-2022), es conveniente recordar la importante relación que tuvo con el más que milenario juego del ajedrez, tan vinculado a su país, donde es considerado más que un deporte, todo un símbolo.
Gorbachov, según el mismo declaró públicamente, aprendió a jugar al ajedrez durante la Segunda Guerra Mundial, que es conocida en Rusia como Gran Guerra Patria, es decir, ya con diez años: «Éramos tres amigos, Fyodor Reshchenko, Viktor Legkich, quien jugaba bien al ajedrez y nos explicó las reglas del juego, y yo. Lo primero que empezamos a hacer fue tallar piezas en madera».
Desde entonces no se separó del ajedrez, jugando habitualmente durante muchos años. La pasión se calmó cuando el futuro presidente de la URSS ingresó en la universidad y sus estudios le ocuparon demasiado tiempo. En su día admitió que hay paralelismos entre ajedrez y política: «creo que es cierto, innegablemente, antes de tomar una decisión debemos mirar cinco o diez pasos hacia adelante…»
Durante su presidencia, ya en el año 1985, fue cuando se exacerbó el enfrentamiento entre las dos K, Anatoli Karpov quien era el campeón, ante el aspirante Gari Kasparov. Es importante destacar que el primer enfrentamiento entre ambos fue abruptamente suspendido por el entonces presidente de la FIDE, Florencio Campomanes (1927-2010).
El cierre abrupto del campeonato, con la oposición de ambos ajedrecistas, fue antes de la etapa de Gorbachov, por lo que es falso la relación de la suspensión con una supuesta animadversión del aparato del Kremlin y del entonces PCUS al nacido en Bakú, quien hay que recordar, estuvo muy cerca de perder por 6-0 ese encuentro por lo que la historia del ajedrez hubiera sido muy diferente.
Entonces en el Kremlin mandaba Kostantin Chernenko (1911-1985), quien falleció un mes después de la citada suspensión. Meses después, bajo la presidencia de Gorbachov, en noviembre de 1985, es cuando Kasparov consigue el título en Moscú, y escribe luego el libro ‘Hijo del cambio’ -con edición en español- mostrando sus opiniones y experiencias, apoyando explícitamente a la entonces perestroika (reestructuración política y económica) y la glasnost (transparencia). Algunos analistas consideran que la perestroika empezó con el ajedrez, al ser Kasparov el campeón más joven con veintidós años y enlazar con los nuevos tiempos que surgieron en Moscú frente a la burocracia del Kremlin.
Ayer y hoy, el ajedrez en Rusia, antes Unión Soviética, es algo más que un deporte, un símbolo muy significativo desde que Lenin popularizara el juego.
Como curiosidad, ese primer enfrentamiento por la corona mundial entre Karpov y Kasparov tuvo lugar en la Casa de los Sindicatos de Moscú, el mismo lugar, en concreto en la Sala de las Columnas, donde el sábado 3 de septiembre estará la capilla ardiente del ex presidente sovietico.
Kasparov defendió su título ante Karpov en 1986 (Londres y la entonces Leningrado, hoy San Petersburgo), 1987 (encuentro inolvidable en España, en Sevilla que entonces ya tenía asignada la Expo92) y 1990 (Nueva York y Lyon) antes de producirse el cisma en el ajedrez mundial en dos campeonatos cuando el líder soviético salió del poder en 1991.
Pero ya posteriormente, fue en noviembre 2005 cuando volvió su interés y se planteó la posibilidad de jugar una partida de Gorbachov con Karpov en la localidad estadounidense de Lindsborg, en Kansas, en una de las escuelas fundadas por el ex campeón mundial, que finalmente no se llevó a cabo.
La partida fue entre Karpov y la húngara Susan Polgar y se definió dentro de una iniciativa llamada ‘Ajedrez por la paz’. Gorbachov, al final, tan solo acudió como invitado e hizo la primera jugada con blancas para Karpov, que fue un movimiento inusual, 1.g4 (apertura Grob) y que terminó en tablas 3-3 tras seis partidas rápidas. También se le entregó la llave de la ciudad y el doctorado honoris causa en Derecho del Bethany College.
Entonces declaró que era «bastante realista» plantear la posibilidad de que el ajedrez marca la diferencia para la paz mundial, elogiando la iniciativa de Karpov.
En diciembre de 2011 acudió a la capital albanesa, Tirana, para la clausura del Campeonato Mundial femenino que ganó la china Hou Yifan ante la india Humpy Koneru.
En el acto, la campeona china tuvo palabras elogiosas sobre el que fuera líder soviético: «Es un gran honor para mí que en la clausura pueda reunirme con un político tan legendario como Mijail Gorbachov».
Además aceptó la invitación del entonces presidente de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), Kirsan Ilyumzhinov, quien fue quien lo presentó en el acto de entrega de premios, para convertirse en patrocinador honorario de uno de los programas, ‘Ajedrez en las escuelas’.
Dicen que no fue fácil para Gorbachov llegar al partido de clausura del campeonato mundial femenino porque entonces ya sufría problemas de salud, pero aun así acudió. Como anécdota del acto, Gorbachov reprochó a la ajedrecista china que no se hubiera bebido el champán para celebrar su título, y ella, tras escuchar estas palabras, se tomó un buen trago.
Posteriormente, en 2012 también acudió a un torneo de ajedrez celebrado en Moscú.
Una de sus últimas fotos está también relacionada con el ajedrez, cuando compartió escenario con el destacado ajedrecista y dirigente del ajedrez soviético Yuri Averbach (1922-2022) con motivo de un acto de homenaje.
Fuera del ajedrez, en el fútbol tuvo una histórica anécdota con uno de los fundadores del club Spartak Moscú, Nikolai Stárostin (1902-1996), ya que este, tras recibir el título de Héroe del Trabajo Socialista, recordó que había sido el único dirigente que conoció, siendo adolescente, al entonces primer presidente de la URSS, Lenin y finalmente al último, Gorbachov, de quien, no obstante, siempre se ha citado que era simpatizante de la Juventus de Turín.