Activistas de Greenpeace entraron en la noche del 5 de septiembre de 2019 en el Parque del Retiro de Madrid para “incendiar” simbólicamente, con proyectores, los árboles que rodean el estanque central, para denunciar el riesgo de los los bosques, y especialmente la Amazonía, ante la inacción y falta de medidas por parte de gobiernos y empresas.
Con el mensaje “SOS Planeta en llamas”, la organización ecologista hizo un llamamiento para actuar con urgencia frente a la crisis forestal que padece el planeta, y que previsiblemente seguirá aumentando, en el Día de Acción Global por la Amazonía.
Greenpeace señala que el cambio climático y, con él, altos registros de temperatura y sequedad, están creando las condiciones para que los incendios sean más extremos y peligrosos, desde Indonesia hasta Alaska, desde Siberia hasta la Amazonia, desde África hasta la región mediterránea (incluida España).
Agrega que los sucesos cada vez más devastadores vinculados a los fenómenos climáticos extremos son una prueba de que las comunidades en todo el mundo y los ecosistemas afectados están pagando un alto precio por la inacción política en la lucha contra el cambio climático. En lugar de defender los intereses generales y de las personas, los políticos están defendiendo los intereses de las grandes corporaciones.
Es el caso de gigantes como Burger King, McDonald’s y KFC, que siguen importando materias primas, como carne y soja para piensos, procedentes de la deforestación del Amazonas y de todo Brasil. Por eso, Greenpeace ha lanzado una campaña para que estas marcas rechacen materias primas relacionadas con la destrucción de estos bosques.
Rechazan también el aumento de demanda que generan al comercializar agresivamente productos cárnicos en mercados emergentes de todo el mundo. McDonald’s, Burger King, KFC y otras compañías de comida rápida tienen políticas de deforestación cero, pero no cumplen estos compromisos.
“Esto es una crisis. No podemos proteger el clima sin la Amazonía. El sector cárnico no puede permanecer en silencio. Burger King, McDonald’s y KFC deben posicionarse contra la destrucción de los bosques, por el bien de los pueblos indígenas de Brasil y en beneficio de todo el planeta”, ha declarado Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace España.
En otros sectores se están dando más pasos. VF Corporation, propietaria de Timberland y The North Face, ya ha anunciado que suspenderá las compras de cuero de Brasil hasta que “los materiales utilizados en sus productos no contribuyan al daño ambiental en el país” y las firmas de inversión Nordea Asset Management, Storebrand ASA y el fondo de pensiones KLP también han anunciado acciones para monitorear o limitar las inversiones en Brasil.
“La agenda anti-ambiental del presidente Jair Bolsonaro continuará si las grandes empresas aceptan materias primas vinculadas con los incendios y la deforestación. Las grandes cadenas de comida rápida que se suministran de estos productos en Brasil no pueden continuar con sus negocios habituales mientras que la región tropical más grande del mundo se quema para expandir las explotaciones ganaderas y los cultivos de soja”, ha declarado Soto.
Cerca de 2,5 millones de hectáreas se han quemado en la Amazonía brasileña durante el mes de agosto de 2019, según los datos publicados por el INPE el 3 de septiembre. El número de incendios en la Amazonía aumentó en un 111 % desde el comienzo de la presidencia del presidente Bolsonaro. Entre toda esta superficie afectada por los incendios se incluye una significativa área de selva deforestada.
en el marco del Día de Acción Global por la Amazonía de 2019 Greenpeace, junto a Ecologistas en Acción, Fridays For Future, StopTTIP y Extinction Rebelion, protagonizaron una concentración ‘Die-In’ en Madrid, frente al Ministerio de Exteriores para demandar a los políticos españoles un mayor compromiso legislativo que limite las políticas comerciales que esquilman los recursos naturales generando problemas como los de la Amazonía.