En los días más recientes, en Venezuela ha habido dos casos que han sido noticia, y en tal sentido, han dado mucho de qué hablar. El primero de ellos fue el enfrentamiento entre la banda de un antisocial al que apodan el Coqui, que se ha enseñoreado de la Cota 905 de Caracas, y cuerpos de seguridad del Estado. Ese individuo en muchas ocasiones ha hecho retroceder a sus perseguidores. Es poseedor de un amplio prontuario, que lo califica como un delincuente de alta peligrosidad.
En el intercambio de proyectiles, uno de estos impactó en el cuerpo de una infortunada señora que se encontraba en su apartamento, en un lugar muy cercano al sitio en el que bandidos y policías protagonizaron una batalla a sangre y fuego.
Como es natural, el hecho produjo informaciones, tanto de medios nacionales, como internacionales, amén de que muchas personas por su cuenta emitieron su opinión en redes sociales. Me llamó la atención una publicación de un medio digital que, palabras más, palabras menos, señaló que la aludida dama fue impactada «desde su apartamento», lo cual es impropio, dado que fue en momentos en que se encontraba en su apartamento cuando recibió el proyectil que le quitó la vida. Eso evidencia que quien redactó el texto no maneja con facilidad el tema de las preposiciones.
El otro hecho noticioso es lo ocurrido en el municipio Páez del estado Apure, fronterizo con Colombia, en donde dos frentes de las FARC, que los medios de comunicación de manera eufemística han denominado disidentes, se han enfrentado con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, y ha habido muertos y heridos de ambos bandos, así como guerrilleros detenidos. Sobre los motivos y otros aspectos en torno de esa refriega, no ahondo en detalles, pues no soy comentarista ni activista político; pero no debo dejar de decir que aunque sean disidentes, son miembros de las FARC, organización guerrillera, criminal y ligada al narcotráfico.
En este caso también se han dicho cosas impropias desde el punto de vista lingüístico; pero por ahora solo voy a explicar por qué es impropia la frase «…desde su apartamento», en el contexto en el que se la utilizó.
Al entrar en el tema de las preposiciones, les comento que el profesor Alexis Márquez Rodríguez (+) aseguró en una oportunidad, que la mayoría de las impropiedades lingüísticas tienen su origen en el desconocimiento de las preposiciones, por lo que en este artículo les daré el concepto y el uso de algunas de estas importantes partes de la oración, con la finalidad de contribuir con la disipación de las dudas.
Por definición, la preposición «es la parte invariable de la oración, cuyo oficio es denotar el régimen o relación que entre sí tienen dos palabras o términos». Estas son: a, ante, bajo, cabe (obsoleta), con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante, para, por, pro, según, sin, so, sobre, tras.
De todas esas preposiciones, las que más confunden a los redactores, y por ende, muchos las emplean mal, son: «a», «de», «desde» y «en». Es menester señalar que la preposición «a» indica lugar, tiempo, modo, distancia, precio, dirección, etc.: «Iré a Maracaibo»; «Saldré a las seis»; «Lo haré a tu gusto»; «Las manzanas están a dos dólares cada una»; «La escuela está a cinco kilómetros de la comisaría».
La preposición «de» indica relación de propiedad, origen, modo, materia, cualidad, etc.: «Aspecto de indigente»; «Azúcar de Portuguesa»; «Hincarse de rodillas»; «Orquídea de Plata», etc.
Mucha gente cree que la mencionada preposición solo indica el material con el que están construidas algunas cosas, y por eso cuestionan la expresión «Un vaso de agua», porque los vasos no están construidos de agua, lo cual es cierto; pero ocurre que allí la preposición «de» alude a la cantidad de agua que cabe en un vaso y no al material conque está construido. En tal sentido es, si se quiere, una medida de capacidad.
De no ser así, tampoco sería válido decir: un vaso de leche, una copa de vino, un plato de espaguetis o un ventilador de techo.
La preposición «desde» indica lugar o tiempo a partir de un punto determinado, y se combina con hasta: «Estuvo lloviendo desde Valencia hasta La Victoria». Indica una acción que va de un lugar a otro, por lo que en el caso de la señora que perdió la vida en el intercambio de proyectiles en la Cota 905 de Caracas, lo correcto habría sido «…fue impactada en su apartamento»; pero muchos redactores, para evitar que alguien les pregunte en qué parte del cuerpo queda el apartamento, prefieren usar «desde» en lugar de «en», e incurren en mal uso.
Por último, la preposición «en» indica lugar, tiempo, modo: «No está en casa»; «En dos horas lo hice»; «Lloras en vano». En el caso de la fallecida de la Cota 905, se necesitaría que alguien fuese idiota para no identificar el buen uso de la mencionada preposición.