El millonario y activista prodemocracia hongkonés Jimmy Lai, propietario entre otros de la editora de medios Next Digital y del diario Apple Daily, ha sido condenado este 9 de diciembre de 2021, junto a otros dos militantes –Gwyneth Ho y Chow Hang Tung– por reunirse sin autorización para celebrar en junio de 2020 una vigilia en memoria de las víctimas de la masacre de la Plaza de Tiananmen de 1989. El 13 de diciembre se conocerá la condena que puede llegar hasta cinco años de reclusión.
Jimmy Lay -cuyas empresas se encuentran prohibidas en China y había sido detenido anteriormente en Hong Kong varias veces por participar en manifestaciones no autorizadas- fue detenido el 10 de agosto de 2020, le negaron la libertad con fieaza y desde el 3 de diciembre de aquel año se encuentra encarcelado. En abril de 2021 fue condenado en otra causa a 14 meses de prisión.
Jimmy Lai es el fundador del desparecido diario de Hong Kong Apple Daily y uno de los más eminentes defensores del movimiento prodemocracia en la ciudad, lo que le ha valido varias detenciones anteriores.
Gwyneth Ho es un experiodista, reconvertido en político de la oposición a las intenciones del Partido Comunista Chino de imponer sus leyes en Hong Kong; y Chow Hang Tung es un exabogado y vicepresidente del desaparecido grupo Hong Kong Alliance, organizador cada año de la vigilia en memoria de Tiananmen.
Lo mismo que Lai, ambos se encuentran encarcelados y les han negado la libertad con fianza. Aún tienen que responder a otras varias acusaciones, entre ellas algunas que se refieren a la Ley de Seguridad Nacional impuesta por el gobierno de Pekín en 2020, que restringe las libertades fundamentales de los hongkoneses.
La vigilia anual en la noche del 2 al 4 de junio, en memoria de las centenares de víctimas causadas por la represión de la Plaza de Tiananmen de 1989, lleva varias décadas celebrándose en el Parque Victoria de Hong Kong, uno de los pocos lugares de China en los que todavía se podían evocar aquellos acontecimientos, censurados por el gobierno de Pekín, que incluso ha borrado el nombre de la Plaza en Internet.
En esa vigilia, miles de personas se concentraban en un parque de la ciudad semiautónoma y encendían velas en memoria de los muertos de aquella noche, cuando el ejército chino sacó los tanques, que abrieron fuego para aplastar a unos manifestantes que caminaban pacíficamente por la plaza.
Por primera vez en treinta años, en junio de 2020 la gobernadora de Hong Kong, Carrie Lam, fiel seguidora de las consignas de Pekín, prohibió la vigilia con la excusa de las restricciones impuestas por la pandemia de la COVID-19. La oposición la acusó de ceder a las presiones del Partido Comunista chino y, desafiando la prohibición, de nuevo fueron decenas de miles las personas que se concentraron para asistir a la vigilia en el Parque Victoria, tras derribar las barricadas que la policía había colocado alrededor.