Mucus se independiza, se libera de la farsa: Pseudo-amor, pseudo-justicia, pseudo-política… e incluso de la pseudo-atención.
Si palabras como independencia se consideran malditas, ciertos colores al lado de otros blasfemos, escuchar un himno como una tortura, y no se tiene inconveniente con que el poder económico campe a sus anchas, la corrupción del poder político se tolere e incluso se aplauda por considerarla normal y que la justicia esté inclinada… Entonces Mucus, la inteligencia mocarra esputa:
- Si el juicio y el arte obedecen, entonces las palabras se quedan huecas, los colores ciegos, la música sorda, el corazón seco y el electroencefalograma plano…
- Vivir una vida de engaño es aceptar sentir con un corazón ajeno.