Un País Imaginario
Si una imagen va le más que mil palabras, esta de Pablo Iglesias, líder de Podemos, en paños menores (taparrabos se decía antes) habla por sí sola. Ahí tenemos a un líder político austero donde los haya que ha dejado de lado los atuendos de profesor universitario para ponerse a la altura del pueblo llano, al que se le ha metido la crisis en el tuétano. Porque si el presidente Rajoy habla de recuperación, ahí tenemos la otra cara de la moneda en ese cuerpo enjuto de buen samaritano.
El líder de Podemos va mucho más allá de Alexis Tsipras, líder de Syriza, quien no está dispuesto a ponerse la corbata hasta que Grecia se recupere, y cuán lejos me lo fiáis, amigo Alexis. O de Albert Rivera, factótum de Ciudadanos, que se presentó en su día ante la ciudadanía en pelota picada.
Iglesias por su parte, al que algunos acusan de macho alfa, es la representación a cuerpo gentil de un partido dispuesto a todo con tal de arreglar este país (goteras incluidas), que falta le hace.
De Podemos hoy sabemos
que son ellos muy austeros,
voto a bríos, voto al cielo,
que eso pronto lo sabremos
Verso suelto el Monedero,
suelto, suelto, a mogollón,
pues bien se ganó el doblón,
siendo en un principio austero.
Pablo Iglesias es hombre enjuto,
macho alfa le nombraron,
pues al mundo asombraron
cuando de él vieron el fruto
Quieren conquistar el cielo
partiendo de nuestra tierra;
tengan cuidado, que yerran
sin contar con el banquero.