La cibervigilancia que nos acecha

Si los ciudadanos no quieren información veraz los periodistas sobramos

RSF-clasifica-2014 La cibervigilancia que nos acecha

La Federación Internacional de Periodistas, Reporteros Sin Fronteras y el Comité de Protección de los Periodistas han hecho públicos sus informes sobre la libertad de expresión en 2013 y las tres organizaciones coinciden en definir un escenario muy negro para uno de los derechos fundamentales en la sociedad global actual, el de recibir información sin censura y con garantías de que los periodistas que la elaboran trabajan en libertad.

CPJ-ataques-a-la-prensa-2014 La cibervigilancia que nos acechaLa obligación de los analistas al conocer estos informes es trasladar a los ciudadanos que no se trata de un tema menor, del que están a salvo en sociedades que consideramos desarrolladas, porque acabamos de ver como en Suiza se quiere restringir la libre circulación de personas por una opinión pública informada tendenciosamente sobre las consecuencias de la inmigración laboral.

Y también hemos escuchado al presidente Maduro decir que va a acabar con un supuesto amarillismo de la prensa que informa sobre sus fracasos en seguridad ciudadana aunque le llamen dictador.

Pero posiblemente el mayor peligro para el derecho a una información veraz viene de la cibervigilancia que gobiernos de países y de instituciones ejercen sobre las comunicaciones de periodistas para descubrir sus fuentes de información, el último caso conocido es el de la televisión pública de Galicia, en España, porque induce a la autocensura de los periodistas y al temor de las fuentes a facilitar información.

Es evidente que hoy más que nunca los periodistas independientes estamos obligados a superar las barreras que se nos ponen para informar y opinar sobre lo que sucede en el mundo, y para ello no tenemos más apoyo que el de una tecnología global que hasta ahora siempre encuentra vías para superar los controles y llegar a cualquier rincón en que pueda conectarse un receptor.

Pero estos planteamientos globales no pueden hacernos olvidar que hay colegas que siguen pagando con la libertad y la vida el ejercicio de un periodismo independiente, y que los enemigos de la libertad de información siguen activos y, también, cada vez con más recursos tecnológicos para acallar nuestras voces.

Así que una vez más tenemos que apelar a la ciudadanía a la que servimos, recordar que los periodistas, los fotógrafos, los reporteros, no somos los dueños de la información, que trabajamos para formar opinión contrastada que permita tomar opciones sociales y económicas con fundamento.

Si los ciudadanos no quieren información veraz los periodistas sobramos.

2 COMENTARIOS

  1. Hoy en día hay más «glamour» tecnológico, pero el principio es el mismo; al poder le resulta molesto la prensa y el periodismo y esto es desde los comienzos. En un libro de periodismo (de Raúl Rivadeneira) en 1978, leí que la primera acción de censura a la prensa, provino de un papa. En Chile, el primer periódico nacional «Aurora de Chile», aparecido el 13 de febrero de 1812, escrito por el volteriano y rousseauniano Camilo Henríquez para impulsar la emancipación, fue cerrado por la presión de notables ciudadanos y de la Iglesia (Henríquez era o estaba dejando de ser sacerdote Fraile de la Buena Muerte, por añadidura), justamente por el subido tono de sus críticas al catolicismo y un explosivo patriotismo. La prosa de Camilo Henríquez, no dejaba «títere con cabeza». Lo acallaron.
    En cuanto a los Estados, es lo mismo, ya sea se trate de la ex URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), de los EE.UU., Alemania, etc., no desean incomodidades por causa del periodismo y la prensa. Entonces, una vieja táctica es mantenerlos «en la mira», porque además, de esta forma pueden incluso ahorrarse trabajo en buscar información importante o en seguir los pasos de alguien.
    En el pasado, en épocas de demasiadas mordazas, los afectados se las han ingeniado para burlar las tenazas que buscan acallarlos.
    En Chile, en 1973-1974, la revista Mensaje (de los jesuitas) dejaba en blanco los espacios censurados por el gobierno autoritario y, con ello, decía mucho más que si las palabras estuvieran allí. El vacío tenía «más fuerza».
    Y en 1938, una revista de sátira política (Topaze) sobre la que se dejaron caer diversas prohibiciones luego de la llamada «matanza del seguro obrero» (masacre de nacistas ya desarmados y totalmente rendidos), con uso de balas y remate a golpes de culatas; publicó una edición especial «avícola» (justamente por esos días había una gran exposición del tema) impecablemente temática pero con alusiones indudables «leyendo por lo bajo». El editorial, reproducía un artículo técnico del faenamiento de las aves, donde se hablaba de «mezcla de la sangre con los huesos machacados», etc.
    Y a través del tiempo, igualmente los periodistas se las han ingeniado para eludir el accionar en contrario. Yo utilicé algunas para 1976, pero no las comentaré, porque todavía pueden servirme; lo que sabe más de uno (partiendo en uno mismo) ya no es secreto.

  2. Cada día estamos más cerca de lo que describió Orwell en 1984, con algunas dosis, tal vez, de Animal Farm, aunque los cerdos jefes no se llamen Napoleón sino Mariano, Barack o Angela.
    La nueva edad media que llega deprisa con mil años de oscuridad y esclavitud por delante. Pobres de nuestros nietos.

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