El Real sevillano aporta el mayor pico anual de consumo, con más de un 12% del total registrado durante las fiestas y ferias de la primavera andaluza.
Las bodegas de las Denominaciones de Origen Jerez y Manzanilla confían en superar las 12 millones de medias botellas durante la temporada de ferias.
En una semana clave para el turismo de Sevilla, se prevé alcanzar los 1,5 millones de medias botellas, cifra que duplica la población de la capital hispalense.
Comienzan las ferias de primavera en los pueblos y ciudades de Andalucía y con ellas un momento clave para la comercialización en nuestro país de los vinos de nuestras Denominaciones de Origen, en especial la Manzanilla y el Fino. Aunque desde la finalización de la Semana Santa han comenzado ya a celebrarse ferias en algunas localidades andaluzas, sin duda es Sevilla con su Feria de Abril la que da el pistoletazo de salida a una temporada que llegará hasta mediados de agosto y que supone un porcentaje aproximado del 36% de las ventas que se realizan en nuestro país a lo largo de todo el año.
Se trata por tanto de un momento con una intensísima actividad comercial y que las bodegas afrontan con optimismo, tras los positivos datos de Semana Santa. Las estimaciones de venta se sitúan por encima de las 12 millones de medias botellas (el formato tradicional en este tipo de celebraciones) vendidas en el pasado año.
Coincidiendo con el momento en el que el velo de Flor muestra su máxima expresión dentro de las botas de fino y de manzanilla, las bodegas realizan sus “sacas” de primavera, de manera que el vino esté en condiciones ideales para su consumo en las casetas del Real de Feria de Sevilla. Las suaves condiciones climatológicas de la primavera –tan importantes para la crianza biológica– es sin duda también un aliado perfecto para el consumo de estos vinos únicos.
Un consumo que debe ser siempre moderado y realizarse con todas las garantías de calidad. Por esta razón desde el Consejo Regulador se insiste en la necesidad de que por parte de caseteros y consumidores se exija que los envases de Manzanilla que se sirvan en las casetas, al igual que los de Fino, cuenten con el sello de garantía de la correspondiente Denominación de Origen. Así pues, ya sea al disfrutar de una copa bien fría en la Feria o bien del clásico rebujito, siempre será más que recomendable ver la media botella correspondiente; ya sea de cualquiera de las reputadas marcas de Sanlúcar de Barrameda, si se trata de Manzanilla, o de Jerez o El Puerto de Santa María si de lo que estamos disfrutando es de un fino.
Manzanillas y Finos perfectos durante Feria
Existen 60 bodegas productoras de finos y manzanillas, lo que nos ofrece una gran variedad de marcas y estilos. Todas ellas marcas adscritas al Consejo Regulador y por lo tanto resultado de una genuina y prolongada elaboración que los sitúan entre los vinos más apreciados del mundo. Algunos consejos para consumirlos esta feria en las mejores condiciones y para un disfrute responsable con todas las garantías:
- Medias botellas. El formato más consumido durante la feria es la media botella, con una capacidad de 375 ml, unas 6 copitas, un tamaño óptimo y cómodo para que el vino no se nos caliente.
- Muy fría. La temperatura ideal de consumo de la manzanilla es muy fría, entre 5º y 7º C, o lo que es lo mismo, meter la botella en una cubitera con hielo.
- Copa de cristal fino. Donde mejor se puede disfrutar de una manzanilla es una buena copa o catavino de talle esbelto y cristal fino. Se coge el catavino por su base o por el tallo para que así el vino no se nos caliente y podamos disfrutarlo más tiempo a buena temperatura.
- Manzanilla y buenos platos. El disfrute del vino en la feria siempre debe ir unido a una buena comida. Los toques salinos de la manzanilla combinan a la perfección con sabores tan típicos del Real como los mariscos, el pescado frito, el jamón ibérico, los salazones, los aliños, la carne a la parrilla…
- Para el calor, rebujito. La combinación de manzanilla o fino y refresco de lima es ideal para combatir días de calor en la feria, e hidratarnos más. Las proporciones para que esté perfecto son de 1/3 de manzanilla por 2/3 de refresco con mucho hielo. Añadir unas hojas de hierbabuena. Esta combinación no es un “invento” de nueva creación, ya en la Inglaterra victoriana se consumían estos vinos combinados con limón, azúcar, agua carbonatada y hielo picado, a modo de bebida refrescante, y eran conocidos como Sherry Cobblers.
- Sello de garantía. Para un consumo con garantías, es recomendable pedir siempre marcas reconocidas y, en todo caso, buscar el sello de autenticidad de origen en la contraetiqueta del vino.
- Consumo responsable. La manzanilla solo se disfruta con un consumo moderado y responsable. El abuso del alcohol tiene consecuencias indeseables para la salud.
- Mejor en buena compañía. La manzanilla y la feria son símbolos de celebración con amigos y familia. Busca la mejor compañía para disfrutar de unos momentos inolvidables, bailando, cantando y acompañando tus platos con los mejores vinos.
Creo no conocer estas bebidas específicas en sus nombres y con tales títulos, del tipo «espirituosas» según les decimos en Chile, pero con los detalles del artículo ya «se me hace agua la sed». Yo conozco por aquí el licor de manzanilla, espeso, dulce; un bajativo, además digestivo. ¡Salud! (con moderación, por supuesto).