La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la hipertensión es la primera causa de mortalidad global del mundo. Los valores normales que rondan las cifras de 140/90 mmHg, si son constantemente elevados pueden producir diversas enfermedades crónicas además de un riesgo para la vida.
El hecho de aumentar la sal en las comidas o ingerir todos los días comidas precocinadas, copiosas o muy condimentadas con especias y sal, hacen que el exceso de sodio que se acumula en el torrente sanguíneo fuerce al organismo a retener más agua en la sangre. Esto supone que el corazón y los vasos sanguíneos tengan que hacer un mayor esfuerzo para bombear el líquido adicional y el resultado de ello es que la presión sanguínea se dispara porque los vaoss se van endureciendo.
Un estudio científico publicado en la revista Nature y realizado por el Centro de Medicina molecular Max Delbrück en Berlín (Alemania), justifica que algunas bacterias que habitan en nuestra flora intestinal pueden revertir el efecto nocivo de la sal sobre nuestra presión sanguínea.
Los lactobacillus pueden contrarrestar el aumento de la presión sanguínea consecuente con el incremento de los niveles de linfocitos Th-17 y puede ayudar al sistema inmune a no desarrollar enfermedades similares a la esclerosis múltiple.
Si ingerimos estas bacterias conocidas como probióticos, nos pueden ayudar a mejorar nuestra calidad de vida y a no tener hipertensión. Esto no es sinónimo de poder tomar sal de nuevo. No hacen la función de sostener el consumo de sal, pero si se baja el sodio y además se toman probióticos se puede estabilizar la tensión y vivir sin subidas y bajadas innecesarias.
Los autores constatan en el estudio que el equilibrio entre las células proinflamatorias y las antiinflamatorias, está directamente condicionado por la composición de la flora intestinal. Esto no debe hacer que las personas ingieran comida rápida o muy salada y además tomen probióticos. Se trata de volver a comer bien, a regular la ingesta de sal y a tomar diariamente probióticos si se es hipertenso.
El sistema inmunitario es el gran aliado de las enfermedades. Si se mantiene una dieta rica en sal podemos procurar enfermedades autoinmunes y podemos también mantenerlas a raya si tomamos probióticos en la dieta.