Un reciente libro ‘Todo lo que ganamos cuando lo perdimos todo’ de Eduardo Verdú, recoge la historia del futbolista Lutz Eigendorf (1956-1983) jugador del Dynamo de Berlin, quien se escapó en 1979 a la entonces República Federal de Alemania.
El denominado Beckenbauer del Este, internacional seis veces por la República Democrática de Alemania (RDA), tras desertar fue condenado por la policía secreta, Stasi, -la operación se bautizó ‘Maten al traidor’- que provocó su muerte años después en un accidente automovilístico. El libro recrea como su esposa se quedó en el Este con su hija y se volvió a casar con un agente de la Stasi.
Hay que recordar la historia del Dynamo de Berlín, equipo controlado por la Stasi desde 1953, año de su fundación, adoptando su actual nombre BFC (Berliner Fußball Club) Dynamo en 1966. Aunque tras la reunificación alemana en 1990 cambió su denominación, la recuperó en 1999 hasta hoy.
El equipo está ligado desde su fundación y hasta 1989 con la tétrica figura del todopoderoso jefe de la Stasi, Erich Mielke (1907-2000). En los archivos de la Stasi se deja constancia de su larga manipulación en el fútbol de la RDA.
A finales de 1954 los jugadores del Dynamo Dresde, uno de los equipos más potentes de Alemania del Este, fueron obligados a abandonar Dresde para recalar en el equipo de Berlín. Desde entonces mantiene una histórica rivalidad con el citado equipo, así como con el otro equipo local de la extinta RDA, el Unión Berlín, con el que mantenía un fuerte enfrentamiento con connotaciones políticas.
El actual FBC Dynamo Berlín fue el club más laureado del país, con 10 campeonatos de liga –llamada Oberliga– ganados de forma consecutiva (1979 a 1988) y 3 Copas (1959, 1988 y 1989). Era habitual de los torneos europeos, alcanzando su mayor logro en la Recopa de 1971-72, donde llegó a semifinales siendo eliminado por penaltis por el Dinamo de Moscú.
Esta década de triunfos consecutivos motivó las quejas de muchos aficionados y el propio Lutz Eigendorf confirmó los tejemanejes de los dirigentes políticos, en especial de Mielke. Incluso hubo una queja extraoficial sobre el campeonato de 1986 hecha por miembros del comité de Leipzig del entonces partido único, Partido Socialista Unificado (SED) por la manipulación contra el equipo local, Lokomotive Leipzig –actualmente ambos militan en la misma categoría-.
Tras la reunificación alemana, y con bastante polémica con la actual Federación Alemana de Fútbol (DFB), se le permitió usar una estrella como reconocimiento a sus títulos obtenidos en la antigua Alemania del Este.
Conocido por los vinos rojos, por el color de su camiseta, tuvo después de la reunificación a fanáticos seguidores neonazis cabezas rapadas como grupos ultras llegando a ser los más violentos de toda Alemania si bien ahora no son los más radicales. Sus seguidores en la red social Facebook apenas alcanzan los 14.312.
El equipo está actualmente en la cuarta categoría del fútbol alemán (Regionalliga Nordost) y mantiene su histórico estadio, Friedrich Ludwig Jahn Sportpark, -cerca de lo que fue el histórico muro- si bien ampliamente reformado en 2015 y con menos aforo, no llega a los 20 000 espectadores.
Esta temporada 2017-18, a falta de tres jornadas, ocupa la segunda posición pero no podrá acceder a la liguilla de ascenso a la Tercera División o 3 Bundesliga que disputará el Energie Cottbus que llegó a jugar la Bundesliga y del que la canciller Angela Merkel es miembro de honor.
También un histórico equipo de la Alemania del Este, el Magdeburgo, ha conseguido el ascenso a la Bundesliga 2 o Segunda División alemana. Es el único equipo de la RDA en conseguir un título europeo, la Recopa de 1974. Ese año aún vivió otro éxito futbolístico la Alemania del Este, ya que fue la única selección que ganó (1-0) a sus hermanos de la RFA, que obtuvieron el título del Mundial 74 que habían organizado en su país.