La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho público que México se ha convertido en el primer país del mundo en recibir la validación por haber eliminado la rabia transmitida por el perro como problema de salud pública.
México práctica desde los años noventa una estrategia nacional de control y eliminación, que incluye campañas masivas y gratuitas de vacunación de perros, y los dos últimos casos se produjeron en 2006.
Tras darse a conocer la noticia, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, felicitó a México por “este maravilloso logro” y expresó su esperanza de que muchos otros países sigan su ejemplo.
«Eliminar la rabia no ocurre por accidente», dijo Tedros, quien explicó que para lograr este hito “se necesita determinación política, una planificación cuidadosa y una ejecución meticulosa».
La rabia causa 60 000 muertes cada año, principalmente en Asia y África. En América Latina, los casos nuevos de rabia se han reducido más del 95 % en humanos y 98 % en perros desde 1983.
Por su parte, la doctora Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, declaró que, al eliminar la rabia humana transmitida por los perros, “México está mostrando al mundo que poner fin a las enfermedades infecciosas para las nuevas generaciones es posible y es el camino a seguir”.
En el caso de México, el país pasó de registrar sesenta casos de rabia por perros en personas en 1990, a tres casos en 1999 y cero casos desde el 2006. Los últimos dos casos de rabia humana transmitida por el perro ocurrieron en dos personas del Estado de México atacadas en 2005 y que presentaron síntomas en 2006.
El proceso de validación
Se considera que un país está libre de rabia tras dos años de no registrar transmisión a humanos. Sin embargo, no existía hasta ahora un proceso para validar el logro de esta meta, algo que fue desarrollado por la Organización Panamericana de la Salud en coordinación con la Organización Mundial de la Salud. México fue el primer país del mundo en iniciarlo en diciembre de 2016.
El proceso de validación fue amplio e incluyó la conformación de un grupo de expertos internacionales independientes, la elaboración por parte del país de un expediente de casi trescientas páginas con toda la información histórica con referencias sobre la situación de la rabia en su territorio, y el acompañamiento y supervisión de toda la metodología por parte de la OPS y su centro especializado en salud pública veterinaria.
El grupo de expertos visitó México en septiembre de 2018 para revisar el expediente y comprobar que el país cumplía con todos los requisitos. En setiembre de 2019, el grupo recomendó validar la eliminación.
Mantener el control y la vigilancia
Para sostener la eliminación, se recomienda continuar con todas las acciones de prevención, vigilancia y control de la rabia, dado que el virus de la rabia todavía circula entre animales silvestres como los murciélagos.
Hasta septiembre de 2019, no se registraron casos de rabia transmitida por perros en humanos en las Américas.
La Organización Panamericana de la Salud colabora con los países de las Américas para eliminar la rabia a través de la cooperación técnica, la capacitación del personal, los encuentros periódicos entre los responsables del tema y las recomendaciones sobre estándares internacionales.
Además de la rabia, México eliminó la oncocercosis en 2015 y el tracoma en 2017, tres de las más de treinta enfermedades infecciosas y condiciones relacionadas que la OPS se ha propuesto como meta eliminar del continente para 2030 con su nueva Iniciativa de Eliminación de Enfermedades Transmisibles en la Región de las Américas.
Sobre la rabia
La rabia es una enfermedad vírica infecciosa que acaba siendo mortal en casi todos los casos una vez que han aparecido los síntomas clínicos.
En hasta el 99 % de los casos humanos, el virus es transmitido por perros domésticos. No obstante, la enfermedad afecta a animales tanto domésticos como salvajes y se propaga a las personas normalmente por la saliva a través de mordeduras o arañazos.
Se trata de una enfermedad presente en todos los continentes excepto en la Antártida, pero más del 95 % de las muertes humanas se registran en Asia o en África.
La rabia es una de las enfermedades desatendidas que afecta principalmente a poblaciones pobres y vulnerables que viven en zonas rurales remotas.
Aunque hay inmunoglobulinas y vacunas para el ser humano que son eficaces, las personas que las necesitan no tienen fácil acceso a ellas. En general, las muertes causadas por la rabia raramente se notifican, y los niños de cinco a catorce años son víctimas frecuentes.
El costo medio de la profilaxis tras la exposición, que es de alrededor de 40 dólares en África y de 49 en Asia, regiones donde el ingreso diario medio es de entre 1 y 2 dólares por persona, resulta extremadamente elevado para las poblaciones pobres.
Cada año se administran vacunas tras una mordedura a más de quince millones de personas en todo el mundo; de este modo se previenen cientos de miles de muertes anuales por rabia.
La enfermedad puede adoptar dos formas:
En la primera, la rabia furiosa, los enfermos presentan signos de hiperactividad, excitación, hidrofobia (miedo al agua) y, a veces, aerofobia (miedo a las corrientes de aire o al aire libre), y la muerte se produce a los pocos días por paro cardiorrespiratorio.
La otra forma, la rabia paralítica, representa aproximadamente un 30 % de los casos humanos y tiene una evolución menos grave y, por lo general, más prolongada. Los músculos se van paralizando gradualmente, empezando por los más cercanos a la mordedura o el arañazo. El paciente va entrando en coma lentamente y acaba falleciendo. A menudo, la forma paralítica no se diagnostica correctamente, lo cual contribuye a la deficiente notificación de la enfermedad.