Ya son veinticinco personas las que han fallecido, incluido un niño de trece años, en el accidente de la línea doce del metro de la Ciudad de México. Entre los heridos, 79 según cifras oficiales, hay algunos tan graves que se teme por su vida.
La noche del lunes 3 de mayo, un convoy que circulaba entre las estaciones Olivo y Tezonco por un paso elevado cayó sobre gran número de vehículos, como consecuencia del colapso de una viga que sostenía el puente.
Aunque algunas voces se han apresurado a echarle la culpa a los terremotos que asolan la ciudad periódicamente, que, supuestamente, habrían afectado a los pilares, la realidad es que esta línea nació con grandes carencias de seguridad y que el mantenimiento de las líneas del metro, de todas, deja mucho que desear.
Quizás el terremoto de 19 de septiembre de 2017, de 7,1 grados, realmente le afectó, pero existen construcciones altísimas y mucho más antiguas que no resultaron dañadas en absoluto. Esta obra se levantó sobre un terreno con suelo fangoso, pero contó con estudios y asesoría del Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de México, UNAM.
Así, con todas las bendiciones técnicas y políticas, se inauguró el 30 de octubre de 2012 y fue casi como el símbolo del progreso durante los actos de celebración del bicentenario de la revolución mexicana y del centenario de la independencia que tuvieron lugar ese mismo año. Para su impulsor, el máximo mandatario del Gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrard, quien la bautizó como «línea dorada, la línea del bicentenario», fue su obra estrella.
Aparentemente, las obras estaban a la altura de las necesidades y las estaciones, aunque austeras, podían calificarse de «pasables», aunque algunas filtraciones de agua tuvieron que ser reparadas en poco tiempo. A primeros de 2014 ya no eran goteras, había problemas serios y hubo que cerrar la línea a cal y canto. Se detectaron fallas estructurales en las zonas elevadas, fallos en las fijaciones de los rieles y desgastes en toda la vía.
Las reparaciones las efectuó un consorcio de ingenieros (Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Alstom Mexicana y Carso Infraestructura y Construcción, del grupo de empresas de Carlos Slim, y el servicio se reanudó totalmente a finales de 2015.
Marcelo Ebrard
Ebrard fue el jefe de Gobierno de la Ciudad de México hasta 2013 y, según sus declaraciones, entregó la obra perfectamente reparada después de ocho meses de trabajos al siguiente responsable, Miguel Ángel Mancera, quien dio su conformidad.
También asegura que, durante su administración, nunca se encontraron fallas en las vigas y que los problemas se registraron en el año 2017, cuando Mancera ya se encontraba al frente del gobierno capitalino.
Ebrard fue acusado de corrupción y fraude en la línea doce en 2015. Los partidos PRI, PAN y PVEM hablaban de «desastre financiero» en lo referente a los recursos que se utilizaron para construirla.
Según publicó entonces Fernando Damián en el periódico Milenio, la también priista Martha Gutiérrez cuestionaba la defensa de la izquierda sobre la gestión de Ebrard y opinaba que «esto es un desastre financiero, es un fraude lo que están defendiendo, en lugar de los ciudadanos y los recursos de todos los mexicanos» y mencionaba a tres responsables, además de Marcelo, Mario Delgado Carrillo (exsenador) y Enrique Horcasitas Manjárrez (ingeniero y ex director del proyecto del metro).
En junio de ese año se supo que se había «ausentado» del país por temor a una venganza de los partidos de la derecha. Primero fue a París y después a Washington, donde entregó un documento en la Corte Interamericana de Derechos Humanos solicitando medidas cautelares para proteger su derecho a votar y ser votado en las elecciones que se iban a celebrar. Pero no se presentó. Continuó con su «exilio» hasta que Obrador le llamó a su lado cuando comenzó su campaña para acceder a la presidencia del país, en 2018.
Actualmente, Ebrard es secretario de Relaciones Exteriores de México y aspira a suceder a AMLO. Hay voces que auguran el desastre a su carrera política.
Enrique Horcasitas
Fue señalado en 2014 como responsable de los fallos que aparecieron en la línea doce porque fue director del Proyecto Metro. Fue Ebrard quien le nombró en 2009 y Mancera quien le retiró del cargo precisamente por las irregularidades que llevaron a cerrar la línea.
La Contraloría capitalina, responsable de la vigilancia y control de los gastos de la administración pública, le señaló, junto con otros 32 funcionarios y exfuncionarios del proyecto como responsables de los fallos que llevaron a parar el servicio. Su hermano Luis era un alto directivo de la empresa ICA.
En 2015 desapareció del país y fueron intervenidas sus grandísimas propiedades en Ciudad México, Cancún, y Florida, Estados Unidos, para poder localizarle.
Fue inhabilitado por la Contraloría de la Ciudad de México para ejercer cargos públicos durante veintitrés años por haber recibido la «línea dorada» sin estar concluida al cien por cien.
Mario Delgado
Fue titular de la Secretaría de Finanzas de la Ciudad de México, y quien autorizó más de 1588 millones de dólares para el alquiler de treinta trenes que darían servicio a la línea doce. Sin embargo, el contrato de la empresa española CAF, dos meses antes, especificaba en el desglose de precios, que el costo total sería de 420 millones de dólares.
Pese a las denuncias y auditorías, Delgado no tuvo impedimento para adjudicar directamente el contrato a la empresa española con representación en México, CAF México, S.A de C.V.
El proyecto de la Línea doce del Metro se concluyó con el 378 por ciento de sobrecosto.
Actualmente es el presidente de Morena.
Para el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, AMLO, y fundador de su partido, Morena (Movimiento de Regeneración Nacional), la supuesta «austeridad» de su gobierno no ha tenido nada que ver en la tragedia del metro, porque «el mantenimiento del Metro tiene presupuesto suficiente, lo autoriza la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México; ¿que tiene que ver eso con la austeridad?» Además, ha asegurado que «no se va a ocultar nada» sobre la investigación que se hará sobre el caso.
El peritaje de la línea lo va a efectuar la empresa noruega DNV, según ha informado la actual jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Realmente, si hubiera habido menos corrupción, más profesionalidad, y un mantenimiento adecuado, esta tragedia no se habría producido.