“El arte de meter en mismo saco un western supuestamente feminista y la casa de la pradera»
(Critikat.com)
Jane es una mujer con carácter casada con Bill Hammond, un bandido al que todo el mundo conoce como Ham. Cuando el marido vuelve a casa con ocho balazos en el cuerpo, Jane cambia la falda por el pantalón, se calza el sombreo y un par de pistolas y busca a su examante, Dan Frost, para que le ayude a defenderse del grupo de los hermanos Bishop, enemigos de Ham desde que éste se escapó de la banda llevándose a Jane (inicialmente destinada a un burdel propiedad de los Bishop).
Esta historia de venganza, que no escatima crudeza en algunas escenas, ambientada en el rudo Oeste de los pioneros, está dirigida por Gavin O’Oconnor (“Warrior”, “Cuestión de honor”) y protagonizada por Natalie Portman (“V de Vendetta”, “El cisne negro”) en el papel de protagonista de un western para el que no resulta muy adecuada, Joel Edgerton (“El regalo”, “El Gran Gatsby”) y un irreconocible Ewan McGregor (“Lo imposible”, “El escritor”), en una película que comienza como un clásico del oeste y va cayendo poco a poco en el melodrama.
“La venganza de Jane” (Jane Got a Gun), previsible y sosa, es el cuento de una clásica madre coraje dispuesta a todo para salvar su rancho y su familia (el rancho definitivamente se pierde en un tiroteo implacable y en cuanto a la familia, dado que tenía dos hijas de dos amantes sucesivos lo que hace es recomponerla).
Se trata de una película “gafada” desde sus comienzos. La realizadora elegida en primera opción era Lynne Ramsay, quien abandonó el proyecto el primer día de rodaje. En dique seco y tras cambiar el presupuesto y el casting –del que únicamente se salvó Natalie Portman- pasado un tiempo se reanudó bajo la dirección de Gavin O’Connor. Y ya se sabe que lo que empieza mal…
https://youtu.be/inw4yK5ENUY
En realidad, “La venganza de Jane” habla solo de Jane –una mujer que, por un momento, tiene que asumir el papel de hombre en el Oeste de la fiebre del oro-, que intenta retomar las riendas de su vida; lo que con un guión lineal y escaso de imaginación da como resultado una película sobre el peso del pasado, la redención y el amor de dos personas que al cabo de los años vuelven a encontrarse.