Las novelas, cuentos y relatos que tienen referencias al ajedrez son incontables en la literatura en España y fuera de nuestras fronteras. El ajedrez sigue generando páginas y páginas que reflejan la relación, directa o indirecta, de los autores con los 64 escaques. Un nuevo caso es el reciente libro Las manos blancas, la primera novela de Juan Pablo Sánchez Vicedo, funcionario de la administración de Justicia y escritor por vocación.
El autor vive en Canarias, y es en ese territorio donde se ubica la acción que cuentan sus páginas. Es acertada la apreciación de la editorial Siete Islas –felicitaciones por esta apuesta y por la cuidada edición- de que esta pequeña novela, de apenas poco más de cien páginas, aborda la condición humana.
Es un libro muy humano que refleja sentimientos que toda persona de una manera u otra ha vivido a lo largo de su existencia. Las reflexiones son muy acertadas y uno sospecha, tras leerlo, que como escritor hay ciertas vivencias personales en lo que traslada a los lectores y más viendo su dedicatoria.
Hay mucho amor, esperanza y también dolor que además forman un círculo, con una muerte empieza y con otra termina. La misma frase con que se inicia el libro es la que lo cierra. Y por supuesto literatura, mucha literatura dentro y en el propio texto que traslada Sánchez Vicedo, con un guiño a los clásicos.
El libro, muy recomendable para los lectores que quieren leer historias sencillas sobre la condición humana, es muy fácil de seguir con una estructura lineal, de hecho se hace de un tirón, con diálogos ágiles; sus páginas transmiten y tocan la sensibilidad humana ya que son vivencias íntimas muy bien abordadas y transmitidas al lector.
En lo que hace referencia al ajedrez, tiene cierto protagonismo. Está muy bien tratado y abordado. Las referencias al más que milenario juego con apuntes a Miguel de Unamuno, a la famosa partida Fischer-Spassky y ciertas aperturas. Asimismo, acertadas reflexiones en el tema de la enseñanza –en general y en particular, la del juego-ciencia-, así como su apuesta por las mujeres y el fetichismo de ese tablero que uno siempre considera especial, bien sea por las piezas, por lo que a uno le evoca, o por formar parte de un regalo de alguien muy querido, como bien se refleja en sus líneas, siendo además algo que uno conoce tan bien.
En este aspecto, destacar también la ilustración de portada a cargo de Juan Castaño donde perfectamente resume en un dibujo lo que se encontrará el lector. También un detalle el del peón negro abriendo cada apartado del libro.
Por último, con permiso del autor, mencionar que el final del libro evoca a los que, en silencio, siguen trabajando contra la enfermedad del Alzheimer y en este terreno, aunque no lo aborda directamente, también el ajedrez está presente con diferentes proyectos dentro y fuera de nuestro país.
- Las manos blancas.
Juan Pablo Sánchez Vicedo
Editorial Siete Islas.
Marzo de 2018.
14,50 euros.
112 páginas, Nueve apartados, Epílogo e índice,