Marisol, la que fuera novia de toda una generación

De esa generación en la que a estas alturas unos peinamos canas, otros están calvos como bolas de billar y los más atrevidos se hacen la raya por debajo de la oreja intentando colocar los cuatros pelos que les quedan.

Marisol-EPS-19ENE2020 Marisol, la que fuera novia de toda una generación

Porque Marisol, la simpar Marisol, la Pepa Flores ahora retirada del celuloide y del mundo de la farándula reinó con luz propia en la década de los sesenta, convirtiéndose en la musa de todos nosotros, en la novia que todos deseábamos aunque, eso sí, todos nos quedamos con las ganas.

La cosa viene a cuento porque El País Semanal se ha encargado esta semana de recordarnos la vida y milagros de una artista que fuera la niña prodigio en aquellos años en la que tantos éramos jóvenes.

Un tiempo en que las películas se hacían a mejor lucimiento de los artistas del momento. Así, se harían películas para el lanzamiento y descubrimiento de la susodicha, como Marisol rumbo a Río, Tómbola, Ha llegado un ángel, Un rayo de luz, y tantas otras. La niña hacía sus gorgoritos como mejor podía, con su gracejo andaluz, su saber estar ante la cámara, su buen dar en la pantalla y, lo que es más importante, la suculenta recaudación en taquilla.

En cuanto a gorgoritos se refiere, a la cantante la salió la competencia masculina en la figura de un también niño llamado Joselito, conocido popularmente como El Pequeño Ruiseñor, interpretando películas como El ruiseñor de las cumbres, Escucha mi canción, Aventuras de Joselito y otras, todas ellas de magra taquilla, que era lo que importaba en aquella España de los años sesenta. Hoy el niño es un perfecto desconocido en el género del cante.

Claro que por entonces también se hacían películas de encargo para lucimiento de los famosos de turno, como Paco Martínez Soria, el abuelo eterno de aquella España de mortadela; Manolo Escobar, con su búsqueda del carro que le robaron, encontrado, o no, a estas alturas, hasta llegar años más tarde al llamado landismo, con los eternos Alfredo Landa, José Sacristán o José Luis López Vázquez, que devendrían posteriormente en excelentes actores.

Marisol se retiró de los platós, se hizo mayor como todos sus admiradores, y hoy permanece apartada de todo lo que fue su mundo anterior. El próximo sábado la gente del cine pretende darle un Premio Goya por su trayectoria profesional, y a la espera estamos de que acuda a recogerlo, aunque parece que va a ser que no, ya que, en palabras del director de la Academia de Cine, Mariano Barroso, la musa que fuera “sigue viva y vigente, pero así es ella, ha decretado su propia libertad de perderse…”.

Pero por mucho que intente evitarlo, Marisol seguirá siendo “El mito para siempre”, como apunta Jesús Ruiz Mantilla en el excelente reportaje de El País Semanal del domingo 19 de enero de 2020. Un mito que encandiló a toda una generación que vimos sus películas, escuchamos sus canciones y soñamos con aquella novia del celuloide que nunca llegó a materializarse.

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Marisol, la mítica portada de Interviú con la foto de César Lucas

Tanto pervive el mito de aquella que fuera niña prodigio, y en tanta gente, que una fotografía suya armó un escándalo en los años setenta, tiempos aquellos en los que la censura, el pecado mortal y la condenación eterna estaban a la orden del día en una España que era oficialmente católica, apostólica y romana.

Una fotografía del fotógrafo César Lucas mostraba desnuda a Marisol en la portada del semanario Interviú, armándose la de Dios es Cristo entre defensores y detractores, unos a favor de la libertad artística y otros con el santo y seña de “hasta dónde vamos a llegar”.

Una fotografía sencillamente preciosa mostrando el desnudo cuerpo de la eterna niña hecha ya mujer, cosa que por un aparte elevó el ánimo (metafóricamente hablando, claro) a muchos de sus admiradores, mientras que por otra hizo subir la tirada del semanario en más de un millón de ejemplares, con todo lo que ello significaba, económicamente hablando.

Estaremos atentos a la entrega de los Premios Goya de la próxima semana, para ver si a Marisol, la musa que fuera novia de toda una generación, se le ocurre acudir a recogerlo y alegrarnos con su presencia, porque aunque el tiempo pasa, las ilusiones en este asunto, como en cualquier otro, permanecen.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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