Las fuerzas del orden dispersaron el miércoles 19 de agosto 2020 en la localidad de Zagora, en el sureste marroquí, una sentada de protesta de unos trece estudiantes provenientes de la pequeña localidad M’Hamid El Ghizlane y sus familias, que estaban concentrados a las afueras de la localidad delante de un tanque de agua potable.
En el transcurso de la protesta detuvieron a un profesor, Mohamed Mubarak Al Aishi, quien ejercía como mediador entre estudiantes y autoridades locales.
Los concentrados solicitaban, ya desde hacía una semana, ayuda económica para poder cubrir los gastos de traslado a las universidades para hacer sus exámenes, así como el pertinente permiso de transportes, pero su demanda fue ignorada.
Los estudiantes, en su mayoría, de origen saharaui, hicieron una huelga de hambre de 48 horas para protestar contra la carga de Policía y Gendarmería, que intervinieron de forma desmedida con golpes, porras y patadas contra los estudiantes y sus familiares, entre las que se encontraban personas mayores y niños.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) condenó la represión a los estudiantes de M’Hamid El Ghizlane y mostró su solidaridad, señalando «la creciente presencia e incrementos de fuerzas del orden», responsabilizando a las autoridades de «cualquier tensión que pueda producirse en la región».
La filial de la AMDH en la zona pidió la «libertad inmediata e incondicional» del profesor detenido y señaló que hará un seguimiento de los acontecimientos, lamentando la represión sobre los estudiantes de M’Hamid El Ghizlane y el «abandono que sufre la población».
La coordinadora de profesores contratados también ha solicitado la libertad de su compañero que se encuentra detenido en Zagora pendiente de juicio, denunciando la brutalidad policial y la detención «arbitraria» sufrida.
M’Hamid El Ghizlane es una pequeña localidad de 7600 habitantes, a unos cien kilómetros de distancia de Zagora, cuyo origen es un oasis. Se encuentra a apenas veinticuatro kilómetros de la frontera con Argelia, lo que provocó que hasta los años ochenta, era necesario un permiso especial allí por considerarse zona estratégica, existiendo fuerzas militares.
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