¡Qué verano llevamos!
Calor, fiestas populares y verbenas nos alegran la vida, como cada año. Pero en este 2013 hay una verbena muy especial, la que nos muestran desde la calle Prim, de Madrid, donde el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, intenta desenmarañar la tela de araña tejida por el PP, donde Bárcenas, extesorero y hombre de confianza de Rajoy y compañía, parece que lo tenía todo apuntado y bien apuntado.
La cosa se está poniendo difícil y muy peligrosa para la credibilidad del partido en el gobierno, tanto que a Rajoy y a otros dirigentes no les quedó más remedio que mentir reiteradamente y claro, como dice el refranero español, les han pillado antes que a un cojo. Y varias veces.
Entre tanto Cospedal comienza a desmarcarse, quizá siguiendo los pasos de su exjefa, Aguirre, con quién trabajaba en la Comunidad de Madrid.
Tanta credibilidad esta perdiendo el PP y su gobierno que han optado por utilizar un tema manido pero muy patriótico, EL PEÑÓN, para “desviar la atención” mediática y ciudadana.
Así ganamos tiempo para que comience la liga y ya sabemos el “futbol lo eclipsa todo”, debieron pensar los asesores. Sus deseos son ordenes y el conflicto de Gibraltar entra en escena y la calle Prim se desvanece poco a poco. Además el juez se va de vacaciones y todo se relaja.
Pero hay alguien que parece empeñado en recordar casi a diario las mentiras y los encubrimientos de los dirigentes populares. El periódico El Mundo sigue erre que erre. Ha enganchado a su presa y no piensa soltarla hasta que no consiga su objetivo. Pedro J. no da puntadas sin hilo.
Me parece bien que continúen saliendo a la luz todas las mentiras y las operaciones encubiertas del PP, como en su día se destaparon las del PSOE, en lo que todo apunta a que es su financiación ilegal, con “donaciones” de particulares a “cambio de nada”.
Llevamos tiempo descubriendo cómo mienten y defraudan a la hacienda pública. Si a cualquiera de nosotros nos pillan, nos investigan hasta el último detalle y nos hacen pagar hasta el último céntimo de euro. ¿Sabemos algo de lo que ha pasado con el Presidente del Senado, defraudador declarado?
En otro país por trucar un curriculum se dimite. Pío García Escudero, tercera autoridad política de este país, está de vacaciones sin darse por enterado y enviando un mensaje claro a la sociedad: Si yo lo hago lo puede hacer cualquiera. Y los ciudadanos lo siguen al pie de la letra. Tenemos unos políticos fiel reflejo de la sociedad mayoritaria. ¿Cómo exigir a alguien que cumpla la ley cuando no lo hago yo?
La gran diferencia es que a los ciudadanos se nos persigue y la gran mayoría se avergüenza si son descubiertos. Los políticos defraudadores y mentirosos declarados, ni se inmutan. Es normal, no tienen vergüenza. Por eso tienen que desviar la atención de sus asuntos y centrarla en el patrioterismo que tanto exalta y emociona a muchos. España es lo primero, mientras se olviden de uno, ¿verdad?
Por eso este verano de charangas, verbenas, fiestas y mamoneos he adoptado un lema que os pido que difundáis; MENOS PEÑÓN Y MÁS DIMISIÓN.
Sería bueno de una vez que los que tienen que dar ejemplo puesto que tienen un contrato votado por la mayoría de los españoles dimitan, porque lo han incumplido y los han pillado, ya no haciendo lo contario que prometieron, que también, sino por mentirosos y defraudadores, entre otros adjetivos demostrados.
¡¡¡Menos maniobras de distracción, y más asunción de responsabilidades!!! MENOS PEÑÓN Y MÁS DIMISIÓN.
Como maestro de distracción, dejación de funciones, y experto en “y tu más” para tapar el peor desastre que se cierne sobre la Comunidad de Madrid, la privatización del sistema sanitario, modelo de funcionamiento en el resto del mundo hasta ahora, el presidente a dedo, Ignacio González pone la guinda. La culpa de la situación del Peñón la tiene, como no, ¡¡¡ZAPATERO!!!
Es verdad. Lo dice en una entrevista. Suena a risa, pero no, son sus palabras. La ignorancia no tiene límites. El problema es que viene del Presidente de la Comunidad de Madrid. Es inaudito. No duda en ponerse en ridículo, una vez más, con tal de arengar a sus seguidores para mantener viva “la herencia” que ha destrozado a España y también porque no, al Peñón.
Entre tanto en La Línea, los que sufren son los de siempre, los ciudadanos que están hartos de las medidas adoptadas por Rajoy su gobierno que lo único que están consiguiendo es hacerles la vida imposible, con el pueril objetivo de que todos los focos se centren en Gibraltar y se alejen de la calle Prim, donde continúa el desfile de dirigentes, asesores y secretarias del PP y su verbena de declaraciones, con la lección bien aprendida; No lo sé, no recuerdo nada.
Casi todos, porque muy mal lo ha tenido que ver la señora Cospedal para quitarse responsabilidades de encima y dejar a Rajoy al pie de los leones.
Lo bueno es que el culebrón del verano con El Peñón se acabará pronto, a menos que quieran iniciar un conflicto internacional. El tirón de orejas de la Unión Europea a Rajoy será suficiente y entonces la Audiencia Nacional volverá a brillar con luz propia.
Nos espera un septiembre muy interesante. Y lo dicho se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
