La Secretaría de Gobernación (interior) de México, Olga Sánchez Cordero, y el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, ofrecieron este 10 de enero de 2019 disculpas en nombre del Estado a la periodista Lydia Cacho por haber amparado las torturas de que fue objeto hace trece años, cuando fue detenida arbitrariamente por revelar una red de explotación sexual infantil en el libro «Los demonios del edén».
«Le ofrezco una disculpa pública por violación a sus derechos humanos en el marco del ejercicio de su derecho a la libertad de expresión», dijo Alejandro Encinas en Ciudad de México, tras declarar que «asumimos la responsabilidad de los hechos ocurridos hace trece años».
Las disculpas del Estado mexicano se producen después de que, a iniciativa de la organización de defensa de la libertad de expresión Artículo 19, el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas encontrara que la detención fue punitiva y arbitraria, y dictaminará que el Estado debía procesar, juzgar y castigar a los responsables.
«Tenemos la responsabilidad de construir un mundo en que toda la gente viva sin miedo a decir la verdad, a retratar la realidad. Sin justicia no habrá paz. Yo soy una entre miles», dijo Lydia Cacho al aceptar esas disculpas.
La periodista fue detenida en 2005 por agentes de la Policía Judicial después de publicarse el libro en el que acusaba a funcionarios y altos empresarios de estar involucrados en una red de explotación sexual infantil y de que el empresario Kamel Nacif Borge, conocido como «El Rey de la mezclilla», tío del exgobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, la demandara por difamación.
Cacho fue detenida en el estado de Quintana Roo y llevada a Puebla por carretera. Durante el trayecto fue torturada psicológicamente por los agentes quienes la amenazaban continuamente con abusar de ella sexualmente. También recibió agresiones físicas.
En el libro, Cacho hizo la descripción de fiestas organizadas por Nacif en las que se pervertía a menores. El proceso legal en su contra duró doce meses tras los que salió en libertad tras depositar una fianza de 106 000 pesos (unos 5000 euros).
En 2009 Lydia Cacho presento una contrademanda por tortura y en diciembre de 2014 fue detenido el excomandante de la Policía Ministerial en Puebla, José Montaño Quiroz, por actos de tortura cometidos en contra de la periodista, quien en 2017 fue sentenciado a cinco años de prisión. En diciembre de 2018 fue detenido también el agente ministerial Alejandro Rocha, por colaborar en actos de tortura.
Periodismo en México
En el acto del jueves 10 de enero, Olga Sanchez Cordero aseguró que el Gobierno de México estará protegiendo a quienes con su pluma o con su voz denuncien cuando la dignidad humana corra peligro o cuando el silencio sea cómplice de la injusticia.
“Estamos aquí para ofrecer disculpas a nombre del Estado mexicano a Lydia Cacho, pero también para reiterar que el Gobierno de la República no estará supeditado a intereses particulares, que el poder político y poder público no estará subordinado al poder económico”, expresó.
“Este es un momento adecuado para reflexionar sobre el valor que para nuestra democracia y para la Cuarta Transformación representa la libertad de expresión. Nunca más en esta Secretaría de Gobernación la censura ha de tener cabida”, expresó.
Sánchez Cordero recordó que “México fue el país con más periodistas asesinados, es por ello que este acto representa el inicio de una política de Estado comprometida con quien se dedica a informar”.