México sufrirá un devastador huracán este fin de semana

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Desde el viernes, 23 de octubre de 2015, a las 6 de la tarde hora local, una parte del Pacífico mexicano estará sometido a los rigores de un huracán que se prevé devastador. Lo han bautizado como Patricia, y descrito como extremadamente peligroso, pues será de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson.

Imagen de satélite del huracán Patricia

Según fuentes de Conagua (Comisión Nacional del Agua), habrá rachas de viento de 380 km/h, por lo que los efectos de vientos fuertes y oleaje elevado, afectarán principalmente a las costas de Michoacán, Colima y Jalisco. Luego se desplazará hacia el nor-noreste y se prevé que el ojo de Patricia comience a pasar entre Playa Perula y Bahía de la Manzanilla. Provocará lluvias intensas a puntuales torrenciales, violentas rachas de viento y oleaje elevado en los Estados del Pacífico central.

En las costas de Jalisco se prevén vientos mayores a 150 km/h y rachas de 180 km/h, los cuales pudieran incrementarse conforme se aproxime el sistema; en las de Colima, vientos de 100 km/h, y en Nayarit de 80 km/h con rachas de hasta 120 km/h. En las de Michoacán los efectos serán similares a los de Nayarit.

Por lo que respecta a Jalisco, habrá oleaje de 6 a 8 m, sin descartar superiores por efectos combinados de marea de tormenta, y en Michoacán y Colima de 5 a 7 m. Otras costas que se verán afectadas son: Guerrero (de 2,5 a 4,5 m), el occidente de Jalisco (de 3,5 a 5,5 m), Nayarit, sur del Golfo de California y costa sur-oriental de Baja California Sur (de 3 a 4 m). También se formarán trombas marinas, torbellinos y tornados en las inmediaciones del ciclón en el momento de tocar tierra.

Según fuentes oficiales, se trata del ciclón tropical “más poderoso jamás registrado en la historia y en todo el mundo”, y que no ha habido nunca en la historia un huracán que alcance la velocidad de 325 kilómetros por hora. Esa es precisamente la cifra que se registró a las 10 de la mañana del viernes 23.

Así son los huracanes

Según los expertos, la zona de entrada del ojo del huracán se presenta con calma aparente. Sin embargo, una vez que el ojo pasa, se retoman los efectos del huracán.
Es decir, los ojos del huracán no tienen viento. Todo el mundo piensa que la parte más intensa del huracán es su ojo. Normalmente cuando entra un caza-huracanes, lo que menos detecta en el centro del huracán, en el ojo, son vientos, pues es en las paredes donde está la mayor intensidad.

Sin embargo, en su parte central es un hueco, digámoslo así, que no tiene nada en su interior, y que lo que causa daño es la pared del ojo es la parte “redondita” que vemos en los huracanes en su parte central.

Normalmente la gente piensa que una vez que pasa el ojo ya no hay mayor efecto, y es exactamente al revés. Los mayores daños se acusan con posterioridad; es decir, con lo que trae atrás él.

Por lo tanto, las autoridades mexicanas recomiendan esperar a que haya pasado completamente, no solamente el ojo, sino todo el cuerpo del mismo, para entonces dejar de tomar las medidas preventivas que emita el Sistema Nacional de Protección Civil.

Al mediodía del viernes, los pronósticos estimaban que el huracán atravesará todo el territorio nacional. Es tan grande y tan intenso que tiene la capacidad de poder atravesar las dos sierras madres que hay en el país. Como consecuencia, puede cruzar las dos zonas mexicanas más montañosas y volver a salir del otro lado del territorio, a la parte norte del Golfo de México, y posiblemente internarse en Estados Unidos de América.