Una ola de protestas diversas llama la atención en diversos medios de comunicación europeos, en los que durante años parecieron predominar el pesimismo y la aceptación de los recortes y la precariedad.
En esa serie de movilizaciones distintas, hay desde huelgas contra la imposición a los periodistas de un director de extrema derecha (caso del Journal du Dimanche, en Francia) hasta el rechazo de los planes de recortes, despidos de profesionales y cierres de programas de radio en decenas de emisoras públicas locales pertenecientes a la BBC (British Broadcasting Corporation). En este último caso, el director presentó esos cierres como mejoras de gestión y aumento de espacios de programación compartida.
Desde marzo, las huelgas y protestas periódicas impulsadas por el sindicato National Union of Journalists (NUJ) han recibido el respaldo de personalidades públicas y de centenares de miles de oyentes, que comprendieron el plan de empobrecimiento de la pluralidad tradicional de la BBC como gran medio público.
Un diputado conservador ha llamado «gestor del declive» de la BBC a su director general, Tim Davie, quien reconoce que sus planes resultan «dolorosos».
https://www.bbc.com/news/entertainment-arts-65889239
Esas emisoras locales siguen teniendo entre cinco y seis millones de oyentes y para muchos de ellos siguen siendo su medio de comunicación fundamental. Otro de los pretextos oficiales para esos cambios en la BBC radiofónica tienen que ver con los manidas mejoras digitales –casi siempre desmentidas después por los hechos– que se utilizan en todos los ataques a los servicios sociales (sea en la sanidad o en las administraciones, en los servicios audiovisuales públicos, etcétera).
«Creemos que hay maneras de proteger y promover lo digital sin necesidad de recortar los contenidos de las radios locales, que son apreciadas y valoradas por la gente», dijo Paul Siegert (NUJ), en vísperas de la última huelga (mediados de julio) contra los planes presentados por Tim Davie.
https://www.nuj.org.uk/resource/bbc-journalists-strike-for-the-third-time-to-save-local-radio.html
En España, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) destaca las protestas de las redacciones contra la precariedad y la congelación salarial conocidas como «miércoles negros», un tipo de movilización de las redacciones que se inició en la RTVE como «viernes negros», que fue después seguido en otros medios públicos.
En algunos casos, esas movilizaciones van también asociadas a democratización interna de los medios y a la demanda de presupuestos suficientes. «No se puede hacer buen periodismo sin recursos», responden desde el Comité de Empresa de El Periódico de Catalunya.
En algunos casos (El País, El Mundo, etcétera) esas protestas han tenido éxito y han roto la congelación salarial que había prevalecido durante años. En otros casos, los miércoles negros continúan.
Además de las reivindicaciones precisas, todas estas protestas tienen un fondo común: expresan la demanda de dignificación del oficio, por la libertad de prensa y la calidad del periodismo, elementos esenciales de las sociedades democráticas.
«No puede existir la libertad de prensa si los periodistas viven inmersos en la corrupción, la pobreza o el miedo», dice un lema fundamental de la FIP. La movilización de redacciones y periodistas en países y medios muy distintos nos lo recuerdan.