Después de que el Wall Street Journal revelara quien era el comprador del “Salvator Mundi” de Leonardo da Vinci, “el cuadro más caro del mundo”, por el que el 15 de noviembre se pagó 450,3 millones de dólares en una subasta en la sala Christie’s de Nueva York, ahora se ha sabido que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohámed bin Salmán, apodado “MBS”, de 32 años, – quien hace unas semanas ordenó la detención de decenas de príncipes, ministros, exmnistros y empresarios de su país por “corrupción”- se compró también a finales de 2015 “la casa más cara del mundo”, el Castillo Luis XIV, situado en Louveciennes, cerca de Versailles, por el que pagó 275 millones de euros, según ha contado el New York Times.
El “Salvator Mundi”, cuyo anterior propietario era el millonario ruso Dmitri Rybolovlev, va a ser expuesto en el Louvre de Abu Dhabi, un museo que abrió sus puertas al público el 11 de noviembre de 2017 y que el jeque Mohammed ben Zayed Al-Nahyane, el hombre fuerte de los Emiratos Arabes Unidos, definió como “monumento cultural mundial” cuando lo inauguró oficialmente, tres días antes.
El Louvre de Abu Dhabi es el primer museo universal del mundo árabe, un proyecto de colaboración cultural sin precedentes entre los Emiratos del Golfo y Francia, que expondrá obras de interés histórico, cultural y sociológico, antiguas y modernas, procedentes de todo el mundo, y en el que están comprometidos los doce establecimientos públicos que integran la Agencia France-Museums, entre ellos el Louvre, el Centro Pompidou, el Museo Rodin, los museos nacionales Grand Palais y la Biblioteca Nacional de Francia.
En contra de lo que podría sugerir su nombre, el Castillo Luis XIV es una construcción reciente, finalizada en 2011 y edificada con materiales y técnicas del siglo XVII. Fue una idea del empresario franco-saudí Emad Khashoggi, quien según la revista Paris-Match, se dedica a construir y rehabilitar mansiones suntuosas: mármoles de primera calidad, maderas preciosas, panes de oro…Nada era suficiente para esa morada de 5000 metros cuadrados en cuya construcción han trabajado 120 obreros durante dos años y medio y cuya compra, según informaciones del New York Times, se llevó a cabo a través de sociedades pantalla registradas en Francia y Luxemburgo y pertenecientes a Eight Investment Company, una sociedad saudí dirigida por el gerente de la fundación personal del Príncipe Heredero.
La edición francesa del Huffington Post recalca que el príncipe “MBS”, tan despilfarrador en el extranjero, en su país predica la austeridad. Y el New York Times asegura que, más o menos en las mismas fechas en que compro el cuadro de Leonardo, el heredero saudí se convirtió también en propietario de un yate valorado en 500 millones de euros.
También por aquellos días el canal Al Arabiya, de capital saudí, informaba el 5 de noviembre de que “MBS” -que consolida su poder en el reino ante la anunciada abdicación de su padre, quien ya pasa de los 80 años- había llevado a cabo “una purga sin precedente en la historia moderna del país” deteniendo a once príncipes, cuatro ministros y decenas de exministros y empresarios, a los que acusa de corrupción relacionada con las inundaciones que en 2009 devastaron la ciudad portuaria de Jeddah, en el Mar Rojo, que dejaron un saldo de más de cien muertos. Ante el ingente número de detenidos, esa misma noche el gobierno saudí cerró las puertas de un hotel de cinco estrellas en la capital, Ryad, para albergar a los presos con todo tipo de comodidades, dadas sus características. Al mismo tiempo, el príncipe heredero destituyó fulminantemente en sus cargos al ministro de Economía, del Falih, al director de la Marina, Abdallah Al-Sultan, y al jefe de la poderosa Guardia Nacional, Metab ben Abdallah.