A pesar de la presencia de fuerzas francesas y de Naciones Unidas, diariamente tienen lugar enfrentamientos, ataques, linchamientos, exacciones y represalias en Bangui, capital de la República Centrafricana (RCA).
La situación en la ciudad parece fuera de control, escribe Médicos sin fronteras (MSF) en un comunicado fechado el 30 de diciembre de 2013.
Desde comienzos de diciembre, los equipos de MSF que trabajan en varios proyectos médico-quirúrgicos han atendido a más de mil víctimas de violencia ; diariamente llegan al hospital Comunitario entre 15 y 20 pacientes. “En los últimos días –explica Laurent Sury, responsable de programas de urgencia de MSF, que actualmente se encuentra en RCA- estamos recibiendo más casos graves. Heridos de machete en la cabeza, los brazos y las manos por querer defenderse; o apuñalados en el abdomen. Han llegado también personas que han sido torturadas o apaleadas; incluso hemos tenido un caso de empalamiento. La mayor parte de las víctimas son hombres jóvenes”.
Esta violencia extrema está afectando también a las estructuras sanitarias y obstaculiza el trabajo de los socorristas. El 4 de diciembre, un hombre armado entró en el dispensario de MSF en el aeropuerto de Bangui; ese mismo día, un hombre armado con varias granadas, entró en el Hospital Comunitario. El 25 de diciembre, los equipos de MSF tuvieron que abandonar el hospital ante la presencia de hombres armados en los alrededores, tres de los cuales entraron en el establecimiento. El día 29 se produjo una amenaza con granada a una ambulancia del Ministerio de Sanidad, impidiendo que los sanitarios pudieran recoger a los heridos que habían ido a buscar.
El mismo 29, unos hombres armados pretendían llevarse a varios pacientes del hospital, para lincharlos.
«Cada vez que se produce una de estas ‘visitas’ la tensión sube un grado más. Los asaltantes son cada vez más agresivos”, señala Thomas Curbillon, jefe de la misión de MSF en Bangui. “es inaceptable que no se respeten las estructuras sanitarias y que se violen continuamente los establecimientos de salud, representando un peligro para médicos y pacientes. Enfermos y pacientes encuentran cada vez más dificultades para poder acceder con seguridad a nuestras instalaciones cuando lo necesitan».
MSF reitera ahora el llamamiento que ya hizo el 9 de diciembre en el sentido de que las partes en conflicto deben acabar de una vez con las amenazas, presiones y exacciones que se cometen diariamente en los hospitales de Bangui, para permitir que los enfermos y heridos puedan acceder a la atención médica que necesitan. MSF pide que cesen inmediatamente los actos violentos contra civiles, pacientes y personal médico que actualmente trabaja en las estructuras sanitarias, no solo de Bangui sino de todo el país.
Presente en la RCA desde 1997, MSF tiene en marcha actualmente siete proyectos regulares (en Batangafo, Boguila, Carnot, Kabo, Ndéle, Paoua y Zémio) y cuatro proyectos de urgencia (en Bangui, Bossangoa, Bouca y Bria). Además, un equipo de urgencia móvil cubre las zonas de Boua y, Yaloké y los campos de desplazados de Bangui. En total, MSF ofrece hoy atención médica y sanitaria gratuita a unas 400.000 personas, dispone de una capacidad de 800 camas hospitalarias, trabaja en 7 hospitales, 2 centros de salud y 40 ambulatorios, y cuenta con u personal de más de 100 expatriados y cerca de mil especialistas y voluntarios centrafricanos en sus equipos.