Muhammad Yunus, creador del exitoso Grameen Bank (banco de los pobres) y premio Nobel de la Paz 2006, juró este jueves 8 de agosto 2024 como jefe del gobierno interino de Bangladés, después de que una revuelta popular liderada por estudiantes forzó la huida del país de su predecesora, Sheij Hasina Wazed, informa la IPS desde Daca.
El reputado economista de 84 años juramentó de inmediato a un gabinete provisional de dieciséis miembros, integrado sobre todo por representantes de la sociedad civil y que fue negociado entre dirigentes de partidos, militares y líderes estudiantiles, dos de los cuales integran el nuevo equipo gubernamental.
El 5 de agosto dimitió y huyó del país hacia la vecina India la ex primera ministra Hasina, en el poder desde 2009 y cuyo gobierno reprimió con crudeza manifestaciones populares que crecieron en las últimas cuatro semanas, con un saldo de al menos trescientos muertos.
El ejército, que retiró el respaldo a Hasina, anunció tanto la búsqueda de un gobierno interino como investigar los excesos durante la represión de las protestas.
En el ambiente de caos de los últimos días hubo saqueos, se derribó una estatua del fallecido jeque Mujibur Rahman, líder de la independencia en 1971 y padre de Hasina, murieron policías asesinados y fueron atacadas tiendas y casas propiedad de la minoría hindú, en este país de mayoría musulmana.
El primer ministro indio, Narendra Modi, saludó la designación de Yunus y dijo esperar «que regrese pronto la normalidad, garantizando la seguridad y la protección de los hindúes y de todas las demás comunidades minoritarias».
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, quien había pedido un gobierno de consenso nacional, planteó la necesidad de que se establezca ahora «un calendario para unas elecciones democráticas».
Yunus dijo apenas llegó al país procedente de París que su primera tarea será «restablecer la ley y el orden. Hasta que no nos ocupemos de eso, no podremos seguir mejorando la situación».
«Pido a los residentes de Bangladés que confíen en mí. Si lo hacen, no habrá ataques en ningún lugar del país», y ofreció que «todos podrán disfrutar de la democracia, la justicia, los derechos humanos y la plena libertad de expresión sin miedo, independientemente de su afiliación partidaria. Ese es nuestro objetivo».
En la juramentación de Yunus ante el presidente Mohammed Shahabuddin no participó ningún representante del partido de Hasina, Liga Awami, que durante años fue el principal del país.
Las revueltas que dieron al traste con el gobierno de Hasina –que tuvo una creciente deriva autoritaria y renovó su mandato en enero en unas muy cuestionadas elecciones- comenzaron con protestas estudiantiles por un sistema de cupos en los concursos para optar a cargos en la administración pública.
La mayoría estuvo reservada a familiares de combatientes en la guerra de independencia de Pakistán, en 1971, y supuestamente a representaciones de las minorías, pero que según el movimiento estudiantil en realidad burlaba selección por méritos para favorecer a partidarios del gobierno.
La represión, a veces con decenas de muertos en una sola jornada, atizó la protesta popular hasta el desenlace del 5 de agosto con la precipitada huida de Hasina.
Yunus, de 84 años, ganó celebridad internacional con el éxito del banco que estableció en su país en 1983 y que se caracteriza por conceder microcréditos a personas de clase baja sin exigir garantías de pago, confiando en la capacidad de desarrollo de las personas si se les provee un pequeño incentivo.
Entre sus muchos reconocimientos obtuvo el Nobel de la Paz en 2006 con su banco Grameen (de Gram, campesino en sánscrito). La institución llegó a prestar más de seis mil millones de dólares para proyectos de vivienda y microempresas, a estudiantes y especialmente en apoyo a las mujeres.
Ahora encara la tarea de conducir el gobierno que debe conseguir paz, orden y libertades democráticas en este país de 148.000 kilómetros cuadrados y 179 millones de habitantes, uno de los más densamente poblados y pobres del mundo.
Esta si que es una buena noticia. Tuve el placer de conocer a Muhammad Yunus hace años en el ashram Amritapuri, Kerala, India. Una persona con conciencia pura.