“El cine es la vida con los trozos aburridos cortados”
(leído en una crítica digirtal)
En efecto, en la “comedia de época” (de la época de la década de 1940) ”Noche Real” (A Royal Night Out), que dirige Julian Jarrold, uno de los directores preferidos en series de la BBC que marcaron hitos, como “Retorno a Brideshead” o “La joven Jane Austen”, se ha dejado de lado la parte aburrida de la vida de dos chicas, princesas para más señas, de la estirada corte británica, y se ha elegido una entretenida fantasía para contarnos como las jovencitas salieron de incógnito de Buckingham Palace, el 8 de mayo de 1945, para celebrar el final de la II Guerra Mundial, en un recorrido por el Londres nocturno; y dicen los productores que la historia que narra se basa en hechos acontecidos.
La película la protagonizan un puñado de buenos actores británicos: Sarah Gadon (“Enemy”, “Drácula”), Rupert Everett (“La importancia de llamarse Ernesto”), Bel Powley (El diario de una adolescete”), Jack Reynor (“Transformers”, “Macbeth”) y Emily Watson (“Hilary y Jackie”, “Rompiendo las olas”)
Y sí, por extraño que pueda parecer, esa joven que se ríe cogida de la mano de un oficial, y que de madrugada traspasa la verja del palacio y regresa al hogar junto a su hermana menor un tanto embriagada, no es otra que la actual soberana británica, la misma Isabel II que acaba de celebrar su 90 cumpleaños vestida, como siempre, con un conjunto de abrigo, sombrero, guantes, zapatos y bolsito de color azul/verde turquesa.
Ya entonces era capaz de pasar una noche de parranda, una noche incluso inolvidable, sin que se le moviera un pelo de su sitio. Fue una noche excitante en la que es más que probable que la joven Elizabeth conociera también la emoción del primer romance. Lo que si conocieron ambas hermanas fue la existencia del consumo de alcohol y alguna otra substancia, gansters, prostitutas, lo que significaba huir de la policía militar y tuvieron incluso la visión, no muy definida, de una orgía.
Un cuento de princesas de carne y hueso, unas vacaciones en Roma/Londres sin Gregory Peck pero con un atractivo capitán y una especie de nota a pie de página acerca de lo que pudo ocurrir mientras el padre de las chicas (George VI) preparaba el famoso “discurso del Rey” que vimos hace un par de años en una película ganadora del Oscar.
Como dice Sara Stewart en su crítica publicada en el semanario New York Post, “a menos que los espectadores sean fans de familia real más antigua de Europa, no sé cómo van a sentirse interesados en seguir a dos jovencitas corriendo entre la multitud, bebidas y con vestidos de la época, aunque Powley sea un encanto” (se refiere a la joven actriz Bel Powley, la princesa Margaret de esta historia, que entonces tenía 15 años y una década más tarde fue protagonista casi perpetua de los primeros portadas de “Hola” a cuenta de su romance con el capitán Peter Townsend, piloto de caza de la RAF, héroe de guerra, divorciado y padre, lo que imposibilitó que se casaran).
La película se traslada de uno a otro rincón londinense, del Hotel Ritz a Trafalgar Square, del exclusivo Curzon Club de Mayfair a los fuegos artificiales contemplados desde una barcaza en el Támesis, captando la emoción patriótica de una noche en la que se oyó fuerte el sonido de los carrillones del Big Ben para celebrar la victoria sobre los alemanes y la recuperación del país.
Como ha dicho alguien, “Noche Real” es una película hecha con buena voluntad, pese a lo ridículas que resultan las escenas finales.