Un novel negocio de disuasión masiva.
Las nuevas armas del presente y del futuro son aquellas que ayuden a reflexionar poniendo freno a los impulsos.
Cuando la gente no tiene por costumbre pensar por cuenta propia, y esto suele ser bastante común, pues como decía Baltasar Gracián “Son tontos todos los que lo parecen y la mitad de los que no lo parecen”, aunque también podrían caber serias dudas con la otra mitad restante… lo mejor va a ser dedicarse a mejorar un poco en la prudencia.
Como siempre habrá alguien que quiera sacar beneficio, si cambiásemos el negocio de armas actual por un mercado armamentístico que ayudara a recapacitar podría ser el negocio del futuro, ese que invitase a pensárselo dos veces antes de apretar un gatillo, una palanca, un botón… de exterminio, bien sea por iniciativa propia o por orden ajena.
Del conformismo y la obediencia ciega no suele salir nada nuevo, ni mejor, y según parece, a más conformismo menos evolución.
¡Salud y suerte!