¿Cuestión de gusto o cuestión de trazar líneas rojas de incompatibilidad convivencial? ¿!Qué exageración, que no¡?
Cuentan que fue Iggy Pop el que dijo en alguna ocasión «o eres de los de Louie Louie, o eres de los otros», una frase que ha sido usada ya en muchísimas ocasiones como un signo de distinción de roquerío popero, de estilo bañado en (buen) criterio musical pop.
Compuesta en 1957 por el músico estadounidense Richard Berry, leemos a menudo que bajo la directísima influencia (evidente y) principalmente de la canción de 1956 El loco cha chá, del músico cubano nacionalizado estadounidense René Touzet, y también de Havana moon, de Chuck Berry (asimismo del 56), Louie Louie fue grabada aquel año 57 por Richard Berry and The Pharaohs para ser la cara B del single que tenía en la A You are my sunshine. Berry ha admitido que, además, cuando la compuso se dejó influir de alguna pequeña manera por una canción que cantara en 1954 Frank Sinatra: One for my baby (and one more for the road).
La primera versión de Louie Louie es la que en 1963 comercializa el grupo estadounidense The Kingsmen, que graban digamos la versión canónica del tema y de alguna manera se la apropiaron (no hablo de derechos de autor, hablo de interpretación y fama), la hicieron célebre hasta el punto de que acabó por ser (estúpida e ineficazmente) investigada por la agencia de investigación criminal estadounidense, el FBI, debido a que creían haber detectado en su letra (inocua, a veces ininteligible por la forma de vocalizar del cantante, Jack Ely) un irrebatible tipo de obscenidad.
Hay docenas de versiones de ella (incluso españolas, claro, a cargo de Los Elegantes o Desperados, y ha sido mil veces interpretada en directo: destaco sólo la versión de The Kinks en 1964, la de Otis Redding en el mismo año y, por supuesto, las de Iggy Pop, en solitario en 1993 y mucho antes, a comienzos de los años setenta, con The Stooges.
Y sí, sonaba en Quadrophenia, la película de 1979 sobre los mods, que la bailaban desaforadamente como el himno que fue para ellos. Un himno para todos, que conste. Para todos los que crecimos dejándonos enamorar por el rock, por el pop. Por la música.