Este sábado 4 de noviembre 2023, decenas de miles de manifestantes han reclamado en Francia un alto el fuego inmediato, el cese de los bombardeos israelíes contra la población civil palestina y el cese del desplazamiento forzoso de la población expulsada por los colonos y el ejército israelí.
Numerosas son las voces que se elevan aquí para decir: alto al genocidio del pueblo palestino, poniendo de relieve que el pueblo francés no comparte la posición ideológica del presidente Macron. «Israel asesino, Macron cómplice» gritaban en París los manifestantes.
Desde el pasado 7 de octubre, cuando el ataque de Hamas contra Israel provocó una desproporcionada respuesta israelí, el gobierno francés y el presidente Emmanuel Macron ofrecieron su apoyo incondicional al gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahu, y todas las manifestaciones de solidaridad con el pueblo palestino fueron prohibidas. Días atrás, la policía francesa procedió a numerosas detenciones y multas de 135 euros contra los que se atrevieron a desafiar la prohibición.
La manifestación de este 4 de noviembre convocada por más de cien organizaciones políticas y sindicales en Francia, es la primera que el gobierno ha autorizado, y todo parece indicar que se ha desarrollado en calma. Las grandes centrales sindicales CGT, CFDT, FSU y Solidaires han llamado a la manifestación, así como el conjunto de los partidos miembros de NUPES, la izquierda parlamentaria, incluidos ecologistas y partido socialista.
Mientras los malos augurios nos anuncian cada día el fin de la NUPES, cara a las próximas elecciones europeas, la izquierda parlamentaria se ha mostrado sin embargo unida hoy frente al horror de los bombardeos israelíes en Gaza, para reclamar la paz y evitar una internacionalización del conflicto israelo palestino. El Partido socialista ha precisado que desfilaba por «la liberación de los rehenes, un alto el fuego inmediato y la búsqueda de una solución política».
Francia insumisa fue criticada por el socialista Olivier Faure por no haber calificado de «terrorista» el ataque de Hamas. FI considera en cambio que se trata de un crimen de guerra, como es también un crimen de guerra el bombardeo incesante del ejército israelí contra la población civil palestina.
El apoyo incondicional de Macron a Netanyahu y la propaganda abiertamente proisraelí de los medios informativos dominantes ha creado una situación muy tensa en Francia, en donde muchos comentaristas ya no hablan de conflicto israelo palestino, sino de la guerra de Israel contra el «terrorismo» palestino.
Tal actitud niega la evidencia histórica de la agresión colonial israelí contra los palestinos expulsados de su tierra, reconocida en la ONU y rompe con la posición diplomática equidistante que Francia mantuvo siempre en ese conflicto.
Los medios informativos dominantes han minimizado la movilización, y se cubren de ridículo al desinformar sobre las manifestaciones en solidaridad con Palestina y por la paz en el mundo, mientras que gracias a las redes sociales la información circula y muestra que la movilización solidaria con el pueblo palestino es masiva en Europa y en el mundo, incluido en Israel, donde la mayoría de la población reclama la dimisión de Netanyahu.
Las manifestaciones de hoy en Francia y en toda Europa en aumento muestran, sin embargo, que el ultraderechista y racista Benjamín Netanyahu ha perdido ya en todo caso la batalla de la opinión. Su ceguera y su ansia de venganza solo conducirán a una catástrofe aún mayor.
Solidario de los pueblos palestino e israelí y no de sus dirigentes en guerra (Netanyahu y Hamas) desde esta crónica me pregunto horrorizado: ¿Cuántos muertos civiles, cuántos niños, mujeres y ancianos van a morir antes de que la Unión Europea y los Estados Unidos se decidan a evitar el genocidio anunciado del pueblo palestino?
No podrán decir en todo caso que no sabían lo que estaba pasando. La Historia les juzgará, tarde o temprano.