Perdiendo el norte, regresando al pasado

La casualidad ha querido que hayan coincidido en el tiempo dos hechos distintos y distantes que me han afectado directamente: por una parte, la publicación de mi último libro, “Y los españoles emigraron”, y por otra la proyección de la película Perdiendo el Norte, que está obteniendo un gran éxito en la pantalla. Ambos hechos llevan implícitos rasgos de una existencia que me ha tocado vivir.

perdiendo-el-norte-sacristan Perdiendo el norte, regresando al pasadoConforme su nombre indica, “Y los españoles emigraron” es un ensayo en el que he invertido varios años de investigación analizando lo que han significado las tres grandes migraciones habidas en España en el último 50-60 años: la de los españoles emigrantes de los años sesenta del pasado siglo, de la que formé parte; la inmigración que llegó a España a partir de los años noventa y la nueva emigración, la de los jóvenes que se están marchando de nuevos a trabajar a países como Alemania, que fue el mío durante años.

 

Y la película «Perdiendo el Norte» trata y analiza precisamente la última emigración española, de la que yo hablo en el libro, pero en la que también está presente un veterano de la vieja emigración, que fue la de mi generación, ese emigrante llamado Andrés que es interpretado magistralmente por el actor José Sacristán.

Y si en el libro cuento entre otras cosas la existencia, el día a día de cientos de emigrantes con los que conviví en Alemania, en el Andrés de la película me veo reflejado de cabo a rabo, ya que yo fui también una de aquellas a modo de “maletas rodantes atadas con una cuerda de esparto porque la cosa no daba para más”, según se recoge en Espejo Anónimo de la España emigrante de los años sesenta.

Como dice Andrés en la película, nos embarcaban en un tren de madera y después de jornadas interminables de viaje teníamos que trabajar en cadenas de montaje en jornadas que en muchos casos no bajaban de las doce horas diarias. Aquella era nuestra emigración.

La nueva emigración, la de hoy en día, es otra, la representada en ocasiones por ese joven culto, pulcro y que con varios masters se cree el rey del mambo, entre otras cosas debido a esos programas falsos y ridículos de la televisión que suelen tratar el tema de forma almidonada; un nuevo emigrante que se suelta frases tan engoladas como “Yo necesito a Alemania tanto como ella me necesita a mí”. No es extraño que Andrés, el veterano emigrante que está de vuelta de todo, le diga: “Compañeros de emigración. ¿Tú qué crees que somos? ¿Putas golondrinas?”.

Conrado-Contrato-Trabajo-Alemania Perdiendo el norte, regresando al pasadoEse es de alguna manera el “Andrés” que llevo dentro de mí, puesto que el próximo 28 de mayo se cumplirán 50 años de mi salida para Alemania. Es decir que hoy, como el veterano emigrante de la película, llevaría viviendo medio siglo en el país de Angela Merkel. Por eso trato tan bien en mi libro el tema de la nueva emigración, dando una serie de pautas o consejos acerca de lo que deben y no deben hacer los nuevos emigrantes, esos jóvenes que con títulos y masters se están marchando de nuevo, como un día lo hicimos sus padres, sus abuelos. Han cambiado nuestra vieja maleta de madera por ordenadores portátiles, las cuerdas de esparto por masters, pero son al fin y al cabo los nuevos emigrantes. Y pienso que una información a tiempo puede serles de utilidad.

Con «Perdiendo el Norte», algunos hemos vuelto a recordar el pasado, el que fue el nuestro, el que nos tocó vivir porque no teníamos otro camino. Entonces, como ahora, también había mucha mentira, mucha falsedad de cara a la galería, a la familia que quedaba en España, porque había que simular, que decir que vivíamos muy bien, cuando la verdad era otra, pero la procesión iba por dentro.

Era nuestra procesión, en un silencio que se pagaba en marcos alemanes, francos franceses, florines holandeses… Ganamos el Norte durante algunos años, pero muchos perdieron el Sur, ya que se quedaron allí para el resto de sus vidas. Andrés es un reflejo, y su sombra me persigue.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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