El director del programa periodístico “Los Verduleros”, que se transmite en San Pedro Sula, Honduras, Edwin Rivera Paz, de 28 años de edad, fue asesinado a balazos este domingo, aproximadamente a las 14:00 horas, en el Barrio de San Diego de Acayucán, Veracruz, a pesar de que estaba protegido por Naciones Unidas, informa Teodoro Raúl Rentería Villa.
Según testigos, los agresores viajaban en una motocicleta y lo siguieron desde la calle Manuel de la Peña y lo alcanzaron en el cruce de las calles de Porvenir y Benito Juárez, lugar en el que lo ejecutaron con armas de alto poder.
La víctima tenía su domicilio en la calle de Juan Álvarez del mismo barrio, según informaciones de la policía de la comunidad, y se encontraba en calidad de refugiado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, ACNUR.
Edwin buscó quedarse en México después del asesinato de su amigo y jefe, el periodista Igor Abisaí Padilla Chávez, ocurrido a principios de año y, sobre todo, porque se señaló como autor del crimen al grupo delicuencial la Mara Salvatrucha.
La víctima trabajó como camarógrafo del periodista y titular del programa del canal de televisión HCH “Los Verduleros”, además de ser locutor en diversas estaciones de radio en Honduras.
Padilla Chávez fue asesinado el pasado 17 de enero del presente año en el barrio de Suyapa en San Pedro Sula, Honduras. Según las investigaciones de las autoridades de ese país, detuvieron a 18 integrantes de los Maras, quienes fueron señalados como responsables del asesinato.
Según testigos, Rivera Paz había declarado que “tenía miedo de que le hicieran algo porque él era el más cercano a su compañero Igor y que, por tanto, anunció que mejor se iba de su país”. Así lo hizo unas semana después del asesinato de su pareja en el programa, y salió rumbo a México.
El gremio periodístico organizado de México: Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP-MÉXICO; Club Primera Plana, y Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE, además de condenar este asesinato del colega hondureño, exigen la revisión de los protocolos de protección a periodistas, tanto nacionales como internacionales, «porque los resultados de los mismos son lamentables».
Según los datos acumulados de estas organizaciones, con este asesinato, de 1983 a la fecha suman 271 homicidios cometidos por los enemigos de las libertades primarias. Las víctimas mortales han sido: 234 periodistas; 1 locutor; 8 trabajadores de prensa; 16 familiares y 9 amigos de comunicadores, y 3 civiles. Además, siguen sin solución 27 desapariciones forzadas.
