¿Por qué no Podemos?

Y con el marchamo de ser un partido reformista, no rupturista. Porque es consciente de lo mucho que se ha construido y, por tanto, del valor que tiene la conservación de lo bueno alcanzado. Un partido moderado de centro-izquierda que sabe que progresar es avanzar desde posiciones consolidadas, que avanzar es también conservar lo alcanzado. Un partido con tradición que, como decía Jean Jaurès, el histórico socialista francés, es conservar la llama y no la ceniza de la historia.

La sociedad española sí puede, los ciudadanos sí podemos. Podemos y debemos transformar nuestra realidad actual, pero sin olvidar lo alcanzado, sin aventurerismos, con racionalidad, sabiendo hacia dónde vamos; pero también sin revanchismos, sin visceralismos, sin odios. Ahí radica la confianza que una sociedad democrática, moderna y avanzada debe depositar en sus políticos: en saber que van a ser capaces de enmendar el rumbo, de cambiar sus modos, de seguir haciendo avanzar a la sociedad sin traumas. Si los socialistas son capaces de suscitar esa confianza en la ciudadanía, habrán recobrado la credibilidad perdida.

1 COMENTARIO

  1. El problema que no cita ni quiere citar el autor no es Podemos sino que el Partido Socialista Obrero Español al dejar de ser socialista, dejar de ser obrero solo se quedó en nada, o mejor dicho en Partido Español que aceptó las tesis del neoliberalismo y las puso en práctica, lo mismo que les ha sucedido a todos los partidos de la supuesta izquierda que renunciaron a su ideología pasando a ser «socialdemocrátas» «eurocomunistas» etc. etc. y así resbalando pendiente abajo.

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