El premio Nejiba Hamrouni de Ética Periodística, ha sido concedido en Túnez a los periodistas marroquíes Omar Radi y Souleiman Raissouni, en prisión preventiva desde hace casi un año.
La asociación Vigilancia para la democracia y el estado cívico (Yakadha) dio a conocer este 27 de mayo 2021 este galardón que fue otorgado por un jurado compuesto por académicos, investigadores, defensores de derechos humanos y periodistas.
Además mostraron su solidaridad con ambos periodistas a la vez que solicitaban su puesta en libertad, y advertían contra «el aumento de la corrupción, enjuiciamientos policiales y judiciales y acusaciones falsas destinadas a descreditar y silenciar a numerosos periodistas, blogueros y activistas».
Este premio Nejiba Hamrouni de Ética e Independencia Periodística, tiene ámbito en todo el Magreb y se inicia en 2017. Está dedicado a la periodista tunecina Nejiba Hamrouni (1967-2016) quien fue presidenta del Sindicato Nacional de Periodistas de Túnez (SNJT) entre 2011 y 2014.
En los últimos días ha aumentado la campaña en Marruecos y otras zonas del Magreb para liberar a estos periodistas, debido a su estado de salud. El SNJT, que preside Mohamed Yassine Jelassi, ha mostrado también su solidaridad.
Raissouni, de 48 años, en huelga de hambre durante 51 días, ha perdido 31 kilos, según sus familiares. Se encuentra encarcelado desde mayo de 2020, «se está muriendo» y «algunas partes de su cuerpo están paralizadas», alertó su esposa Kholoud Mokhtari en redes sociales.
El que fuera redactor jefe del periódico Akhbar Al Yaoum (Noticias de Hoy), que dejó de publicarse desde mediados de marzo por razones económicas, está siendo procesado por «agresión sexual», tras una denuncia presentada por un activista LGBT.
Luego de varios aplazamientos de la audiencia, se pospuso el juicio de Raissouni del 1 al 3 de junio. Amnistía Internacional también ha mostrado su preocupación en un comunicado por el estado de salud de Raissouni.
Por su parte, el periodista Omar Radi, de 34 años, encarcelado desde julio de 2020, está siendo procesado por «violación» y «atentado contra la seguridad interna del Estado» con «financiación del exterior», dos casos distintos, investigados y juzgados de manera conjunta.
En ambos casos se cuestionan los hechos y se denuncia desde distintas organizaciones internacionales de Derechos Humanos como procesamientos «políticos» vinculados a su tono crítico contra el poder.
Las campañas en su apoyo se desarrollan en redes sociales, siendo las etiquetas de estas campañas por internet las más seguidas en todo Marruecos.
La salud de Radi, quien cumplió veintiún días de huelga de hambre en abril, también es considerada «crítica» por su familia.
La Delegación General de Administración Penitenciaria (Dgapr) señaló en un comunicado difundido el lunes que su estado de salud era «normal».
En Marruecos se organizaron protestas simbólicas de huelga de hambre durante la pasada semana. El martes 25 se organizó una sentada solidaria en el centro de Rabat, que fue inmediatamente dispersada por la policía.
Recientemente, diferentes partidos políticos marroquíes se sumaron a los llamamientos para concederles la libertad provisional, tras varias peticiones, incluidas dos peticiones firmadas por cientos de personalidades marroquíes: exministros, intelectuales, periodistas y otra por más de 120 periodistas marroquíes.
Dos diputados plantearon sus casos en el Parlamento (Cámara de Representantes) marroquí esta semana.
«Todo el mundo en Marruecos pide la liberación de Suleiman Raissouni. Hoy no sabemos quién se beneficia de su estancia en prisión», declaró el lunes 24 Amina Maelainine, del PJD (Partido Justicia y Desarrollo, de la mayoría gubernamental), en una interpelación al ministro de Justicia, Mohamed Benabdelkader.
El diputado Omar Balafrej de la Federación de Izquierda Democrática (FGD) también denunció el caso de Omar Radi solicitando su puesta en libertad.
El pasado mes de abril, seis diputados de la Comisión de Justicia, Legislación y Derechos Humanos del Parlamento dirigieron una pregunta al jefe de Gobierno, Saadedín El Othmani, en relación a la huelga de hambre que llevaban a cabo ambos periodistas, en la prisión de Oukacha en Casablanca.
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