El periodista marroquí Omar Radi ingresó este 29 de julio en prisión acusado de varios delitos, desde violación hasta atentado contra la seguridad interior y exterior del estado, tras haber sido citado nuevamente en la Corte de Apelaciones. El juez decidió su ingreso en la cárcel de Ain El Sebaa de Casablanca.
Un comunicado de prensa oficial señala que la fiscalía de Casablanca lo acusa de «violación y agresión indecente con violencia», de acuerdo con los artículos 485 y 486 del Código Penal, según una denuncia que fue presentada en su contra por una joven H.B. por una presunta violación cometida entre el 12 y 13 de julio y que Radi niega señalando que fueron relaciones consentidas.
Del mismo modo, se recoge otra acusación sobre una presunta financiación con obtención de fondos del extranjero relacionados con servicios de inteligencia que se inició el pasado 24 de junio. En concreto, se le acusa de acuerdo a los artículos 191 y 206 del Código Penal de «dañar la seguridad del estado e iniciar contactos con agentes para recibir dinero y dañar la posición diplomática de Marruecos»”.
Por este motivo había sido citado e interrogado hasta en diez ocasiones en el plazo de un mes.
Esta acusación de financiación extranjera se inició justo tres días después que se diera a conocer un informe de Amnistía Internacional (AI) en el que se señalaba que su teléfono fue objeto de vigilancia a través del programa espía Pegasus, fabricado por una firma israelí. Un total de ocho activistas y periodistas marroquíes también denunciaron ser objeto de espionaje.
El abogado del periodista, Miloud Kandil, confirmó los cargos que se han presentado que son dos relacionados con delitos y otro con dos delitos directamente, añadiendo que se ha dispuesto la primera audiencia para el 22 de septiembre. Añadió que pedirán la libertad provisional, porque «todo de lo que se le acusa es falso», aunque admitió que pudiera ser rechazada.
Ya el pasado 15 de julio el periodista compareció junto a su abogado en la sede del Sindicato Nacional de la Prensa de Marruecos (SNPM) en Rabat, donde negó los cargos señalando que había estado durante meses bajo vigilancia, incluso durante años, mencionando que podría remontarse hasta 2011.
También, el pasado 23 de julio un total de ocho ONG internacionales de Derechos Humanos habían pedido a las autoridades marroquíes que cesara el hostigamiento contra el periodista. Entre ellas estaban Articulo 19, Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), Organización Mundial contra la Tortura (OMT), Human Rights Watch (HRW), Freedom House, Red EuroMediterránea de Derechos Humanos, Front Line Defenders y Reporteros sin Fronteras (RSF) quien previamente en dos ocasiones señaló que era víctima del hostigamiento por parte de los tribunales marroquíes.
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