El barco español Proactiva Open Arms, ha sido retenido preventivamente en el puerto de Pozzalo en la costa de Sicilia (Italia), y los tripulantes se enfrentan a penas entre cuatro y siete años de prisión.
El fundador de la ONG, Óscar Camps asegura que su barco ha sido detenido por desobediencia continuada y está acusado de ser una asociación criminal que fomenta la inmigración ilegal; aunque él insiste en que no quieren que las oenegés actúen en el mediterráneo rescatando inmigrantes del mar.
Los datos reales obedecen a que en el cementerio del mar mediterráneo, cientos de miles de personas han muerto ahogadas ante los ojos del mundo. Boicotear la actuación de las organizaciones humanitarias del mar no deja de ser sorprendente y ciertamente es una forma de no dar constancia de que quede algún testigo de lo que ocurre realmente cada día.
La fiscalia de Catania les acusa de la voluntad de llevar inmigrantes a Italia y por ello violar la ley por no entregarlos a las autoridades libias. Varios grupos de derechos humanos denuncian los supuestos vínculos entre la guardia costera de Libia y las mafias que trafican con seres humanos.
Esta detención será definitiva dado que la acusación se basa en la desobediencia, porque el centro de coordinación de salvamento italiano les advirtió en repetidas ocasiones que la embarcación estaba en peligro. Se les acusa entre otras cosas de no colaborar con Libia en el rescate de unas personas que se negaban a volver allí. Ellos preservaron su vida y creen que eso no es motivo de delito alguno ni de violación de ninguna ley.
La oenegé ha salvado en su última operación a más de 200 náufragos aunque se les tilde de rescate de delincuentes. Hace pocos años al menos nueve oenegés actuaban en el mar; hoy solo queda Open Arms y si está retenida los que huyen por el mar se quedan sin salvamento efectivo. No están poniéndose encima de la mesa actuaciones que sean dignas y que auxilien a personas que mueren ante los ojos de los gobernantes. Los políticos europeos solamente miran las cifras de refugiados acordadas hace dos años y ahora ya no hay que procurar los derechos humanos.
La ONG Proactiva Open Arms ha requerido la ayuda del gobierno español para poder atracar en el puerto europeo aunque quieren destacar que se les ha prohibido el acceso a aguas de un estado de la Unión Europea. El hecho cierto es que las autoridades una vez más no están actuando para que estas muertes dejen de suceder. La inacción de los gobiernos ha hecho que organizaciones humanitarias den el paso y pasen a la acción; una contradicción que hoy está encima de la mesa.
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