«Ideología de los huevos»
La publicidad y el machismo van de la mano en la $oci€dad de m€rcado$, lo que consiste en utilizar un mensaje sexista la mayoría de las veces, diferenciado a hombres y mujeres por los papeles considerados “propios” de unos y otras. ¿Cuántas veces han escuchado decir que el cuerpo de la mujer es más bello que el del hombre?
Para Mucus, inteligencia natural de un moco, sólo es una justificación más del machismo y el sexismo, el cuerpo de la mujer es muy importante porque deleita al macho, pero el del hombre no debe producir gozo, y si las mujeres los ven así igual son unas putas, insulto favorito del machismo.
La publicidad contribuye a la ideología de mercado sexista, una ideología consistente en engañar, encargándose de influir en la “mente” de las personas, para que compren lo que no necesitan en el momento en el que no lo necesitan.
El mensaje simple de los roles y estereotipos de género es perfecto para seguir influyendo haciendo el juego al consumismo asociado a emociones simples, beneficiando de este modo a cuatro capitalistos, para que sigan teniendo el po€r machista y clasista, y así asegurarse su podrida “ideología de los huevos”
Gracias Abel por tu aportación desde el lado de los hombres, como persona reflexiva y crítica que piensa y siente más allá de «los dictados» para unos y otras. El análisis crítico es una opción y una oportunidad para intentar comunicarnos y entendernos en igualdad. Saludos 🙂
La cultura también posee una inercia. Lo que existe tiende a mantenerse. Entonces, los publicistas, ni malos ni buenos en principio, se cuelgan de ello para dar más eficiencia a sus mensajes; y si son reiterativos-cargantes es porque la fórmula, hasta ahora, les da resultados, en el conjunto de la «masa anónima».
Yo encuentro estupídisimos los comerciales con intenso despliegue anatómico-erótico femenino, para que los del género masculino nos empipemos más y más tomando una cerveza cuya marca se asocia a grandes «lolas» (pechos, senos) y agromegálicos traseros (culos, potos, etc.); haciendo figurar a los hombres como seres simplemente dominados por la compulsividad del deseo carnal y su búsqueda de satisfacción ahora ya, que pierden la racionalidad por esto y aquellos ya mencionados, y que subconscientemente, más tarde, simbólicamente lo obtendrán mediante el consumo de tal o cual brebaje de cebada, agua pura y lúpulo de la marca X. Pero el que ve el asunto así soy yo, porque estando incluso con amigos (gente ilustrada, médicos, científicos, abogados, etc.), se han quedado absortos ante los respectivos comerciales, algunos cuasi en trance.
Y de pronto he escuchado a bellas amigas, comentar de ese mismo comercial su apetencia por imitar o tener algo semejante a esas partes resaltadas estratégicamente de las modelos.
Creo que esos mensajes, nos reducen a los hombres a un ser instintivo-compulsivo sexo-erótico y se acabó…hasta ahí llegamos. ¡Indignante!
Pero tampoco escucho las quejas de las mujeres al respecto, por esa reducción de ellas ya ni siquiera a un cuerpo entero, sino que a la exuberancia de unas partes; pues la creatividad, lo cerebral, lo emocional no están por ninguna parte, la inteligencia mejor ni la recuerdo.
Y a las instituciones religiosas, varias las veo constantemente preocupadas de que, por ejemplo, no haya un uso masivo en la población sexualmente activa del condón, pero a la vez exageran promoviendo una idea del sexo como lascivio pecaminoso, sucio, etc., mientras en lo real algunos de sus miembros (integrantes) sí ocultamente se desatan compulsiva y delictualmente de tales impulsos.