En estas páginas ya nos hemos referido a la propuesta española de organizar en 2025 la Conferencia Mundial de Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, Mondiacult, de la UNESCO, presentada al organismo internacional por los entonces ministros de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, y de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ahora embajador de España en la UNESCO.
Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO, ha visitado Madrid los días 14 y 15 de enero para comunicar al presidente Pedro Sánchez y al actual ministro de Cultura y Deporte, Ernest Urtasun, que la UNESCO confía a España la organización de la próxima edición de Mondiacult, que tendrá lugar en Barcelona en el segundo semestre de 2025. Arabia Saudí ha retirado su candidatura, que volverá a presentar para la próxima edición.
La UNESCO ha acordado con el gobierno español poner el acento en la inteligencia artificial para que su uso sea respetuoso con los derechos de los creadores, tanto en lo relativo a la propiedad intelectual, como a la remuneración. En esta línea, la UNESCO lanzará próximamente una convocatoria de proyectos sobre el impacto de la inteligencia artificial en la cultura, cuyos resultados se presentarán en Barcelona durante la celebración de Mondiacult.
Además España organizará también el Foro Mundial sobre Políticas Culturales.
Entre los muchos vínculos que España tiene con la UNESCO, destacamos ahora dos de carácter organizativo. En 2022, Barcelona acogió la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Enseñanza Superior y en abril de este año acogerá la Conferencia del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo. Con Mondiacult 2025, Barcelona se convertirá en la sede mundial del diálogo cultural.
La Declaración de Mondiacult 2022 ya afirmaba que la cultura es un bien público global y solicitaba que fuera incluida como objetivo específico por derecho propio entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. En aquel texto se ponía énfasis en los derechos culturales, en los derechos económicos y sociales de los artistas o en la libertad artística, en el derecho de las comunidades indígenas a salvaguardar sus conocimientos ancestrales y a proteger el patrimonio cultural y natural. También se pedía la regulación del sector digital.
En definitiva, el objetivo es que la cultura se coloque en la agenda global del desarrollo. En palabras del ministro Urtasun: «Será una oportunidad para poner a España en una posición de liderazgo en la cuestión de poner a la cultura en el centro de los grandes retos globales…Vamos a hablar de derechos culturales, de patrimonio, de museos, de cómo defender la cultura como bien público global, y vamos a debatir también sobre la cultura de la paz en un momento en que los conflictos se multiplican por todo el mundo».
Destacamos, por último, el gran trabajo desarrollado y esperamos que la organización de Mondiacult 2025, sea tan exitosa como lo fue la de Mondiacult 2022 celebrada en México.
¡Que así sea!
