El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha lanzado una alerta acerca de la falta de vacunación de al menos 169 millones de niños en la última década que no recibieron siquiera la primera dosis de la vacuna contra el sarampión.
Lo extraño y lo verdaderamente chocante es que en el primer mundo, en España, concretamente, muchos padres antivacunas buscan la alternativa tildada de «natural» y optan por privar a su hijo de las defensas necesarias para no ser infectado de este virus peligroso. La propagación del mismo es casi imperceptible y hoy en día con el flujo migratorio, los viajes y el ir y venir de personas nadie se libra y nadie está a salvo de ser contagiado.
El llamado paragüas de la inmunidad solamente se alcanzará si las vacunas se ponen a su debido tiempo y los adultos que no han sido vacunados por alguna razón concreta, pueden acudir a su médico de cabecera para que le paute el calendario de vacunación con la edad que tenga en ese momento.
Esta vacunación se regula por dosis y es curioso que en los países en donde existe se lograr la inmunidad con la primera pero no llega a completarse con la segunda por razones que no se comprenden. Desde Estados Unidos pasando por Francia; Reino Unido hasta Argentina; Italia, Japón; Alemania; Chile; Australia y Japón aunque el perfil de los ciudadanos presenta razones suficientes para ser vacunados, lo cierto es que ni siquiera han recibido la primera dosis. Este dato contrasta con los países de menores ingresos que no recibieron las primeras dosis como puede ser Nigeria; la India; Pakistán; Indonesia y Etiopía.
Unicef alerta de los nuevos brotes de esta infección que se han detectado en el mundo que supone un aumento de al menos el 300 % con relación al primer trimestre del año anterior. La inoculación del virus solamente es factible si se han puesto las dos dosis y no existen razones para hacer una regresión al siglo XIX pudiendo evitar los riesgos que comporta estar infectado de este virus.
Los casos de sarampión se han disparado incluso entre adultos precisamente porque una media anual de 20 millones de niños no han recibido convenientemente la vacuna. De igual forma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado una cobertura del 95 % para que se consiga la inmunidad colectiva y podamos hablar de erradicar la enfermedad de nuevo. La moda de evitar las vacunas a los hijos en la edad temprana les precipita hacia un lugar en donde ninguno está libre de estar contagiado y hay que recordar, que muchas de estas enfermedades causan la muerte de millones de niños en el mundo.
El sarampión es muy contagioso y si una persona lo tiene es posible que contagie al 95 % de las personas que estén a su lado. Las complicaciones respiratorias; neurológicas y otras afecciones sobre todo en personas vulnerables puede causar complicaciones imprevistas y todo porque alguien de su entorno no se ha vacunado.
Si lo duda o no lo recuerda, o le consta que no fue vacunado, acuda a un servicio médico y cuente su caso para que sea atendido correctamente.