La petrolera angloholandesa Shell ha anunciado que abandona su programa de perforaciones en busca de petróleo en el Ártico, tras los malos resultados de su actividad durante este verano.
El pasado mayo la Administración de Obama aprobó el plan de la multinacional para perforar petróleo en el mar de Chukchi, en el Ártico de Alaska. A pesar de las fuertes críticas y del movimiento ciudadano de millones de personas en contra de esta actividad, el permiso final se emitió a finales de agosto, momento en el que Shell comenzó su programa de explotación petrolífera del lecho marino.
Desde entonces la empresa ha invertido más de siete mil millones de euros, sin llegar a conseguir extraer una gota de crudo de esta región. De forma paralela, más de siete millones de personas se han sumado a la petición de Greenpeace para proteger el Ártico de las amenazas de la actividad de industrias como la petrolera.
A pesar de la gran noticia de la retirada de Shell, no hay que olvidar que durante el proceso se han causado impactos, como haber hecho prospecciones sísmicas con las detonaciones acústicas que conllevan importantes impactos para la fauna marina.
Las condiciones extremas del Ártico, que incluyen tormentas e icebergs a la deriva, hacen que la perforación en alta mar sea una actividad de alto riesgo. El propio gobierno de EEUU ha calculado en un 75 % la probabilidad de vertido durante la vida útil de los pozos que Shell pudiese abrir en el Ártico. Los expertos indican que un vertido en el Ártico sería casi imposible de limpiar de forma adecuada, lo que dañaría la biodiversidad única del Ártico.
“Hoy es un día crucial para el Ártico. Es una gran victoria para los millones de personas que han alzado su voz frente a Shell y una noticia desastrosa para otras empresas petroleras con intereses en la región. Shell se la ha jugado y perdido mucho, tanto económicamente como para su imagen pública.” ha declarado Elvira Jiménez, responsable de la campaña de Ártico de Greenpeace.
A pocos meses de la cumbre del clima en Paris en diciembre, esta noticia viene a reforzar el declive del modelo energético basado en los combustibles fósiles y la necesidad de un futuro basado en energías renovables. La búsqueda de petróleo en el Ártico es totalmente contraria a la lucha contra el cambio climático, tal y como apunta un estudio publicado en la prestigiosa revista científica Nature, que concluye que la extracción de petróleo en esa zona es incompatible con limitar el aumento de la temperatura global por encima de dos grados centígrados, el objetivo acordado por la mayoría de los gobiernos.
“El Presidente Obama debería tomar esta noticia como una oportunidad para cancelar cualquier proyecto futuro de perforaciones en el Ártico, y cerrar estas aguas a las empresas petroleras, si realmente tiene un compromiso para luchar contra el cambio climático” ha añadido Jiménez.
«Greenpeace continuará con su campaña para salvar el Ártico y que se declare un Santuario Ártico que proteja las aguas internacionales alrededor del polo Norte y esperamos que, tras esta noticia hoy estemos un paso más cerca.»