Francisco R. Pastoriza: Como cada año por estas fechas, The Beatles sigue siendo una apuesta segura para la industria cultural del regalo

Resulta realmente sorprendente la capacidad de la marca Beatles para generar negocio a más de 40 años de su desaparición física como grupo. Y más aún que cada navidad se sigan comercializando sus productos desde varias plataformas de la industria cultural. Hace dos años publicaba un artículo “Sin Beatles no hay navidad”, donde recordaba la presencia de los Fab Four durante estas fechas, con nuevas producciones o antiguas creaciones remodeladas, sobre todo audiovisuales y literarias. Pero lo que más sorprende, si cabe, es que esta tendencia, en vez de ir apagándose con el tiempo, vaya creciendo. Los Beatles no sólo han consolidado su presencia como regalo navideño sino que ésta va en aumento y se diversifica más cada año. Las navidades de 2013 han conocido una inflación de productos ‘beatle’ como pocas veces se ha visto.
Posiblemente la operación más destacada de este año haya sido el lanzamiento por “El País”, el periódico español de mayor difusión, de la colección en CD (que culmina precisamente estos días) de todos los LP’s de The Beatles en versión digital remasterizada, y que supone un ahorro de más de 100 euros sobre el precio del mercado. Su lanzamiento coincidió en octubre con la conmemoración del medio siglo de la publicación de “Please, please me”, el primer álbum de los Beatles, y con un concierto conmemorativo ‘ad hoc’ de 17 bandas españolas (Russian Red, Coque Malla, Sidonie, Smile, Marlango, Rubén Pozo…) que versionearon temas del grupo de Liverpool bajo el título “A Hard Day’s (Thurs) Night”.
Poco después se ponía a la venta con el título “On Air-Live at The BBC. Vol.2” un doble CD que recoge actuaciones inéditas del grupo de 1963 y 1964, junto con canciones que no llegaron a ser editadas nunca, entrevistas, y diálogos de los componentes de The Beatles grabados en los estudios de la BBC. Se trata de la segunda parte de un disco aparecido hace casi una década con el mismo título. Y hace sólo unos días, se publicaban 59 “rarezas”, fundamentalmente grabaciones de estudio para el disco “Please, please me”, para evitar que se pierdan sus ‘copyright’. Se trata de tomas de versiones alternativas de temas como “She Loves You”, “A Taste of Honey” o “There’s a place”, así como varias sesiones también para la BBC.
En cuanto al cine, si hace dos años triunfaba en todo el mundo el documental de Martín Scorsese sobre George Harrison, ahora en España se ha estrenado “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, de David Trueba, con Javier Cámara, Natalia de Molina y Ramón Fontseré, sobre la estancia de John Lennon en Almería en 1966 para el rodaje de la película “Cómo gané la guerra”, de Richard Lester (el título de la película es un verso de una de las canciones de los Beatles, “Strawberry fields forefer”, que Lennon compuso aquellos días) y su encuentro con un profesor de inglés que le sugirió que se incluyesen las letras de las canciones en la cubierta de los discos para facilitar a sus alumnos la traducción. Sobre esta misma historia el periodista Javier Adolfo Iglesias acaba de editar “Juan y John, el profesor y Lennon en Almería” (Ed. Círculo Rojo).
The Beatles: una historia de nunca acabar


“Todo sobre los Beatles” es una voluminosa edición de lujo excepcionalmente ilustrada, ideal para regalo navideño, que contiene, además de la historia del grupo, una ficha completa con los autores de las canciones, los músicos que participaron en las grabaciones y el equipo técnico y de producción de cada una de ellas. En qué condiciones fueron compuestas, bajo qué influencias, a quienes estaban dedicadas, cuál era su mensaje… Lo más sugestivo es el análisis literario, social y hasta político de las letras, que revela informaciones (a veces interpretaciones) que enriquecen la obra de The Beatles y que unas veces resultan fascinantes y otras realmente sorprendentes. Los análisis que hacen los autores del libro están extraídos de las declaraciones de los propios componentes del grupo o de sus familiares y amigos más cercanos, o de la extensa bibliografía sobre el fenómeno beatle, que se cita en las numerosas notas a pie de página y se incluye en los índices finales. Algunos datos recogidos al vuelo: “Help” era un grito de socorro auténtico de John Lennon, a quien a aquellas alturas de 1965 ya no le gustaba la vida que llevaba: “Comía y bebía como un cerdo, me disgustaba a mí mismo e, inconscientemente, pedía a gritos socorro”. Lennon concentró en la letra de “Help” todas las alusiones sombrías y tristes que sus canciones destilaban desde hacía meses, presentes ya en “I’m A Loser” y luego en “Nowhere Man”.
Más tarde, el deseo de evadirse de la agobiante popularidad inspiraría a los cuatro la idea de ser miembros de una orquesta anónima de un tal “Sgt. Peppers”. “It Won’t Be Long” es una queja de Lennon a la soledad de su difícil adolescencia, que también manifiesta en “In My Life”. A veces, en algunas actuaciones en directo, Lennon cambiaba el título de “A taste of honey” por el de “A Waste of Money”, una idea sobre el dinero que ya aparece en “Can’t Buy Me Love” para indicar que no todo se puede comprar. Para “From Me To You” Paul y John se inspiraron en una sección del “New Musical Express” titulada “From You To Us!”. Y para “Eight Days A Week”, en una frase que les dijo un taxista cargado de trabajo. En “You’ve Got To Hide Your Love Away” puede haber una alusión a la homosexualidad de su manager Brian Epstein o a una aventura adúltera. Como “Norweguian Wood”, en la que John relata a su esposa Cynthia una relación extramatrimonial, mientras en el mismo disco (“Rubber Soul”) Paul manifiesta sus problemas de comunicación con su prometida Jane Asher en “You Won’t See Me”, un tema ya tratado en “We Can Work It Out”. “Think For Yourself” era una crítica política de George Harrison al gobierno británico, del mismo modo que “Taxman” lo era al sistema impositivo de Gran Bretaña (se cita a Mr. Wilson y Mr. Heath, líderes entonces de los partidos laborista y conservador) y por “Back In The USSR” recibieron críticas por su letra “asntiestadounidense” en plena guerra fría. “Revolution” define la postura del grupo, aunque con cierta ambigüedad, respecto a los acontecimientos en Vietnam, Cuba, el Mayo del 68 o la figura de Mao, y “Get Back” es un grito desgarrado contra la política racista del parlamento británico contra los inmigrantes keniatas y paquistaníes, aunque Lennon llegó a interpretar más tarde que Paul se refería a Yoko Ono cuando cantaba “Get back to where you once belonged” (vuelve al sitio de donde has venido). En “Girl” John manifiesta su oposición al cristianismo, por afirmar esta religión que “es necesario sufrir para alcanzar el paraíso”. “Ticket To Ride” era una expresión que se refería al permiso de trabajo que los servicios sanitarios concedían a las prostitutas de Hamburgo. Las alusiones a los paraísos artificiales propiciados por las drogas aparecen ya en “Day Tripper” y se manifiestan en “Fixing A Hole”, “A Day In The Life” y “Magical Mystery Tour”. Claro que nunca se sabe con certeza la intención de las letras de The Beatles: John compuso “I Am The Walrus” precisamente para burlarse de los “intelectualoides” que interpretaban sus canciones de manera rebuscada.
Lo “nuevo” de Paul McCartney

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Gracias y enhorabuena.Historia de nuestras vidas
Que la esperanza siga inspirando estos artículos tan bellos
Saludos Francisco
Un comentario muy interesante; me gustaría me mandarás una forma de contacto, para enviarte algunas noticias desde México sobre este tema.
Mariano
Menos mal que existes, Paco, y a diferencia de otros no has perdido la memoria…Claro que sí, siempre de los Beatles que -ahora ya es una evidencia- nos van a sobrevivir a todos.