La oposición en Sudán que encabeza las manifestaciones contra el Gobierno señaló el miércoles 13 de febrero de 2019 que continuarán con sus protestas hasta que el régimen sea derrocado, pidiendo apoyo para su documento para la libertad y el cambio.
En una conferencia de prensa la Asociación de Profesionales Sudaneses (SPA) y sus aliados descartaron negociaciones con el Gobierno: “Este régimen tiene que irse. Este es nuestro objetivo. No hay manera de mantener un diálogo con este régimen”.
Las fuerzas de la oposición han redactado un documento ‘Carta de la libertad y el cambio’ respaldado por veinte grupos políticos y de la sociedad civil que incluye un programa de gobierno de transición nacional tras la marcha del poder del actual presidente Omar Al Bashir, quien cuenta con una orden de arresto por la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes contra la humanidad y genocidio en Darfur.
Del mismo modo, solicitaron a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos que ayuden “a investigar los crímenes de este régimen”. Human Rights Watch cifra los muertos en 51 mientras que el gobierno dice que han sido 31.
Las protestas de lo que se ha denominado ‘revuelta del pan’ se iniciaron el 19 de diciembre de 2018 en la ciudad de Atbara, después de la decisión del Gobierno de subir el precio del pan hasta el triple, pasando de una a tres libras sudanesas (de 0,019 a 0,056 céntimos de euros). Desde entonces hay manifestaciones casi diarias propagándose hasta 35 ciudades del país.
La carne se ha vuelto muy cara, un plato típico y nacional del país, el fuul (habas o alubias con cebolla, a veces acompañado de carne de cordero) costaba 10 libras (0,19 céntimos de euro) y ahora alcanza las 50 (0,93 céntimos de euro). La inflación ha subido al 72 por ciento.
Una muestra del grave deterioro social es que la mitad de los profesores universitarios de Sudán han abandonado el país “porque su salario no es suficiente” desde el inicio de las protestas según informa la cadena televisiva Al Yazira.
Otro sector que se ha movilizado es el de las mujeres. Basten unos datos, Sudán no ha firmado la Convención de Eliminación de todas las formas de Discriminación a la Mujer (Cedaw). Una de cada tres mujeres se casa antes de los dieciocho años, de hecho, se permite el matrimonio de niñas de hasta diez años que, cuando llegan a la pubertad, pueden ser casadas por su tutor legal con el permiso del juez. Además según Naciones Unidas, nueve de cada diez mujeres menores de 18 años han sido sometidas a la mutilación genital femenina.
Represión a la prensa
Al menos cinco periodistas han sido detenidos por los servicios de seguridad y están presos en lugares no conocidos. Desde el inicio de las protestas setenta informadores han sido arrestados y seis corresponsales extranjeros expulsados.
Los últimos casos han sido los del reportero independiente Adam Mahdi, en Dyala, condenado a tres meses de prisión; Hussein Saad arrestado tras ser sacado de un taxi por las fuerzas de seguridad y el periodista de Al Yarida Ali Al-Dali también fue arrestado. La columnista Shamail al Nour fue llevada a un tribunal tras escribir una columna de opinión.
No obstante, el presidente Al Bashir emitió una decisión para liberar a todos los periodistas detenidos tras una reunión con responsables de periódicos la semana pasada.
Entre los periodistas liberados estarían Iman Osman, Ghurashi Awad, Adel Kalar, Mohamed Babiker, Ali Al-Dali y Kamal Karrar.