En un alarmante comunicado, fechado el 10 de abril de 2014, la FAO (Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), anuncia que la inseguridad alimentaria y nutricional en Sudán afectará a cuatro millones de personas en los próximos meses.
«Los agricultores y ganaderos sudaneses necesitan ayuda urgente para impedir que la situación de inseguridad alimentaria se degrade aun más», alerta la organización internacional haciendo hincapié en que esa falta de seguridad se debe fundamentalmente a la intensificación de los conflictos en la zona.
Alrededor de 3,3 millones de personas padecen actualmente inseguridad alimentaria en Sudán; pero las cifras podrían elevarse hasta cuatro millones en pocos meses, asegura la FAO en su comunicado, como consecuencia “de la intensificación de los conflictos y desplazamientos en Darfour, los movimientos de refugiados en Sudán del Sur, las malas cosechas y la escalada del precio de los alimentos”.
En algunas zonas de Sudán la inseguridad alimentaria alcanzará ya niveles críticos en las próximas semanas, con la consecuencia de que se agudizará la malnutrición, que podría tener efectos devastadores en los grupos más vulnerables (niños, ancianos y enfermos).
“Sudán es una crisis olvidada que no cesa de empeorar. Tenemos que conseguir que los agricultores y ganaderos estén en condiciones de recuperar su anterior modo de vida, alimentar a su familia, reducir su dependencia de la ayuda alimentaria y reconstruir sus vidas”, precisa Abdi Adan Jama, representante de la FAO en Sudán.
Entre los factores que explican la desastrosa situación actual se encuentra también la mala cosecha 2013-2014, debido a las precipitaciones tardías e inferiores a la media en las principales zonas de cultivo, con una caída de la producción de cereales de entre el 65% y el 70%, en relación con la media de los últimos cinco años.
Ante el recrudecimiento de los combates y la violencia inter-tribal, subraya la FAO, los habitantes han abandonado sus alojamientos y sus tierras y han estado ausentes en la campañas de sembrado y recolección, en particular en las regiones de Darfour, Nilo Azul y Kordofan-Sud. El aumento de las hostilidades en Darfour ha provocado el desplazamiento de más de 200.000 personas desde el comienzo del año 2014, precisa la agencia onusiana. Al mismo tiempo, la intensificación de los movimientos de refugiados procedentes de Sudán del Sur hacia las zonas fronterizas aumenta los riesgos de conflicto y amenaza con agotar los recursos.
El plan de la FAO era conseguir 19 millones de dólares para llevar a cabo una serie de intervenciones de urgencia en favor de 5,4 millones de personas, pero hasta el momento solo ha recibido 7 millones de dólares con los que piensa proporcionar ayuda a los 900.000 hogares más vulnerables para que puedan sembrar cultivos polivalentes que respondan a sus necesidades nutricionales, proteger los suelos y servir de alimentación para el ganado, con el objetivo de salvaguardar la producción lechera y garantizar precios razonables en los mercados.