Doce de los ministros del gobierno que preside Edouard Philippe han declarado un patrimonio superior al millón de euros, según consta en las declaraciones patrimoniales hechas públicas el 15 de diciembre de 2017 por la Alta Autoridad para la Transparencia de la vida pública en Francia.
Encabeza la lista de los más ricos la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud, quien declara cerca de 8 millones de euros, 4 de ellos en un seguro de vida, acumulados en una dilatada carrera como directora de recursos humanos del grupo Danone.
Le sigue el ministro de la Transición Ecológica y Solidaria, Nicolas Hulot, periodista de profesión, quien ha ganado una fortuna de 7 millones de euros con los derechos y los productos derivados de un programa televisivo sobre aventura. Posee varias casas en Córcega, Côte d’Armor y Saboya, y nueve vehículos: seis automóviles, un barco una moto de gran cilindrada y un scooter; solo éste último es eléctrico.
La tercera en el ranking es la ministra de Cultura, Françoise Nyssen, con 5 millones de euros, de los que cuatro corresponden a la prestigiosa editorial Actes Sud, fundada por su padre.
Entre los restantes millonarios figura el primer ministro, Edouard Philippe, cuya riqueza ronda los 2 millones de euros, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, con algo menos de 2 millones, y los ministros Gérard Colomb, ministro de Estado y ministro del Interior; Jean-Yves Le Drian, ministro de Europa y de Asuntos Exteriores; Christophe Castaner, portavoz del gobierno y secretario de estado encargado de las relaciones con el Parlamento; y las ministras Florence Parly (Ejército) y Agnès Buzin (Solidaridad y Salud).
El menos “afortunado” es Gérald Darmanin, ministro de Acción y Cuentas Públicas, quien posee menos de 50 000 euros en bienes (un terreno en el Norte en el que no se puede construir), y está muy por debajo del patrimonio medio de hogares franceses, estimado en 158 000 euros brutos, según el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos INSEE.