«La simpleza del relato no impide apreciar la innegable calidad de la animación (…) Sin duda, los niños la encontrarán genial mientras que sus padres apreciarán quizá la calidad gráfica más que la dramaturgia, a la que le falta consistencia» (avoir-alire.com).

Willy viaja con sus padres en una misión en el espacio. Accidentalmente se destruye su nave espacial, Willy sale despedido en una cápsula de emergencia y aterriza en un planeta salvaje. Acompañado de su robot y de su nuevo amigo alienígena Flash, un ser anaranjado, Willy intentará volver a encontrarse con sus padres mientras descubre los secretos de la fauna y la flora del planeta.
Rocas vivas, flores proteiformes, monstruos graciosos habituales en las narraciones infantiles de ciencia-ficción, muy bien dibujados, así como los magníficos paisajes desérticos, dan forma a un universo original y al mismo tiempo muy familiar para los lectores de cuentos, que encantan y divierten a ese niño que los va descubriendo y, con él, a los niños espectadores.



