La joven ajedrecista argelina Lina Nassr de 14 años conquistó la medalla de oro del campeonato africano de ajedrez junior celebrado en la capital de Togo, Lomé, del 26 al 30 de diciembre de 2017.
Ganó las nueve rondas superando a las otras dos rivales con más posibilidades, la angoleña Esperanza Caxita –tres veces campeona africana- y la tunecina Amen Miladi.
Lina pertenece al club Tizi Ouzou –‘puerto de las retamas’, ciudad bereber de 160 000 habitantes- y ha alcanzado el título de maestra internacional. Había ganado en 2014 el campeonato de África para menores de ocho años.
Obtuvo el título de campeona de Argelia en octubre de 2017 en Bejaia y ha obtenido plaza para los campeonatos mundiales junior a celebrar en Turquía del 4 al 16 de septiembre de 2018. Previamente acudirá a las Olimpiadas de Ajedrez previstas del 26 de enero al 14 de febrero en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos.
El presidente de la federación de Argelia de Ajedrez, Brahim Djelloul, declaró que este “excelente resultado motivará a otras jugadoras”.
No es el único joven triunfo femenino en África. Además de los grandes torneos hay otros muchos menos conocidos. Uno de ellos fue el torneo nacional femenino en Ruanda, celebrado hace unas semanas, y que ganó Sandrine Uwase, de 15 años con un pleno de triunfos y una puntuación del 100 % derrotando a la hasta entonces campeona, Marie Faustine Shimwa.
Sin duda, no es uno de los torneos más difíciles del mundo. Sin embargo, es importante que la joven de un suburbio de Kigali, el empobrecido barrio de Kigondo, sea un símbolo de esperanza para un país desgarrado que, hace unos años, fue diezmado por el genocidio tutsi, perdiendo el 20 % de su población y contando con casi tres millones de personas que viven en la diáspora.