La felicidad hay que buscarla en Viena. Por noveno año consecutivo, la capital austriaca ha conseguido el título de ciudad que ofrece la mejor calidad de vida en el mundo, según el Informe 2018 del gabinete estadounidense Mercer, especializado en consulting sobre recursos humanos, salud e inversiones, que ha estudiado 39 parámetros de 231 ciudades de los cinco continentes, tles como el índice de criminalidad, la gestión de residuos, los transportes colectivos, el cima y los servicios de electricidad y telefonía.
De nuevo triunfa Viena en el ranking «por la seguridad que proporciona a sus habitantes, la eficacia de sus transportes colectivos y la diversidad de sus estructuras culturales y recreativas, entre otras cualidades. Le siguen en la clasificación, Zurich (Suiza), Auckland (Nueva Zelanda) y Munich (Alemania). Entre las diez primeras ciudades clasificadas hay ocho europeas. Barcelona ocupa el puesto 43 y Madrid el 49.
El estudio anual de Mercer, reconocido como uno de los más exhaustivos del mundo, tiene como principal objetivo que las multinacionales remuneren convenientemente a sus ejecutivos en misiones en el extranjero: Mercer efectúa recomendaciones sobre las primas en función de las dificultades para vivir en una ciudad. Para celebrar que este año cumple su veinte aniversario, Mercer ha añadido al estudio un apéndice sobre la salubridad, con criterios tales como los servicios de recogida de basuras, evacuación de aguas usadas, enfermedades infecciosas y calidad y disponibilidad del agua.
Para Ilya Bonic, director asociado y presidente de la gestión de talentos en Mercer, “la mundialización prosigue y cambia la demografía de la mano de obra. En los próximos cinco años será crucial que las empresas sepan atraer y retener a su talento. Las personas, cada vez más diferentes unas de otras, impulsadas por las dos tendencias de fondo que son la movilidad y el digital, se distinguen por aspiraciones y exigencias extremadamente divergentes en cuanto a la carrera, la forma de vida y la localización del lugar de trabajo. Más que nunca, las empresas deben tener en cuenta estos criterios en las propuesta que hacen a sus empleados”.
En general, las ciudades europeas, según Mercer, siguen ofreciendo mejor calidad de vida y continúan siendo la primera opción para los trabajadores expatriados; si bien, añade, las ciudades de mercados emergentes empiezan a acercarse a las del Viejo continente, gracias a las inversiones de las últimas décadas en infraestructuras, centros de ocio y vivienda. En cuanto a la cola de la clasificación, Sanaa (Yemen), Bangui (República Centrafricana) y Bagdad (Irak) forman el pelotón debido a problemas de inestabilidad política, pobreza y condiciones climáticas extremas.