Naturalmente, se trata de recortar y, naturalmente, derechos, y como casi siempre, las más perjudicadas, las mujeres
Lo lamento, pero me parece que vamos a tener que escribir una serie y espero que no sea muy larga: vienen a por nosotras descaradamente.
Ahora atacan por otro flanco. El ministerio de Sanidad con su flamante ministra Mato ha enviado a las Comunidades Autónomas un proyecto de ley que contiene tesis novedosas.
Naturalmente, se trata de recortar y, naturalmente, derechos, y como casi siempre, las más perjudicadas, las mujeres. Ahora resulta que modifican las condiciones para que la fertilidad sea subvencionada por el Estado. Y nos “sorprenden” con una ley que contiene en su definición algo claramente anticonstitucional, creo yo. Define la pareja digna de recibir estos servicios como la compuesta por “hombre y mujer”. ¿No se han enterado que son legales las uniones homosexuales, las familias monoparentales? No se puede discriminar en teoría por razón de sexo, entre otras cosas. Parece que esto lo van a obviar, algo es algo.
Si seguimos leyendo la definición de esterilidad, condición sine qua non para recibir el tratamiento gratuito, como: “la ausencia de consecución de embarazo tras doce meses de relaciones sexuales, con coito vaginal sin empleo de métodos anticonceptivos”. Lo siento pero, aunque parezca mentira, es textual.
Con esto siguen persiguiendo a la mujer como ser libre e independiente. No sólo están excluidas las mujeres que deciden tener un hijo estando solas, sino que obligarían a las mujeres lesbianas a demostrar los meses de intento de embarazarse pero, eso sí, con la colaboración del hombre, cosa que va contra su ADN.
No sé a ustedes, pero a mí me huele a incienso. Me parece que la Iglesia en general (y Rouco en particular) están detrás de toda esta “movida”.
No nos pueden negar que no se trata de economía, sino de ideología. Si fuera un tema económico, podrían simplemente cupos (se puede hacer un número concreto), o unas condiciones de salud para la mujer al margen de de sus tendencias. Como vemos, sólo la familia tradicional, la que defiende Rouco (hombre + mujer) tiene derecho a recibir prestaciones que pagamos todos, también las mujeres lesbianas y las mujeres solas.
Si esto no era suficiente, siguen a por nosotras. Hoy lunes 22, me desayuno con la noticia de que están estudiando en sacar de las estadísticas de violencia de género a las mujeres que no hayan pasado 24 horas por un hospital. ¿Alguien sabe cuántas horas te hospitalizan por un brazo o una pierna rota? Con esto naturalmente mejorarán la estadística, pero como en la lucha contra la violencia de género, no lo veo.
Lo que digo: que siguen a por nosotras.
Vienen a por nosotras (14 de julio de 2013)