Hay que tener más que cuidado, en vista de lo que sucede con respecto a la violencia de género, es decir el riesgo que supone establecer relaciones de pareja, tener hijos… cuando existe el peligro de que en dicho proceso, se tenga la mala suerte de tropezarse con un maltratador.
Hombres que al principio se disfrazan de encantadores, en consonancia con la idea de amor romántico, por ejemplo: que si tú eres mi reina, que si toma este ramo de rosas, que quiero que seas la madre de mis hijos…
Hasta que un buen día, la mujer harta del control y vejaciones al que la somete ese “maltratador azul” de turno, decide dejarle. Entonces éste, puede llegar a provocar una desgracia, porque no sabe lo que es querer y no lo quiso aprender, ya que controlar y someter nunca ha sido ni será amar.
Y mientras la cultura y la educación sigan siendo machistas, y normalicen las relaciones de poder-sumisión-dependencia, en vez de reciprocidad-respeto-responsabilidad… ¡ná de ná…!
Mucus la inteligencia mocarra esputa:
Si lo que quieres es dar y recibir afecto,
¡un yorkshire, que es gracioso y correcto!