Ya no hablamos de morir solo, sino de morir de hambre. Ya no hablamos de paz, sino de aquiescencia como forma de vida. Las noticias quedan huecas cuando de forma contínua hemos leído ayer u hoy que Yemen se muere por la hambruna. No vemos ni tampoco podemos cuantificar qué supone que una población no solo no pueda subsistir, sino que siga muriendo día a día ante los ojos del primer mundo que negocia.
Cumbres y más apuestas por solucionar una tragedia que existe desde hace ya casi cuatro años. Ataques de los rebeldes hutíes que lanzan misiles en respuesta a otros ataques aéreos de la coalición contra los territorios controlados. Bombas y más muertes de niños y civiles que no lloran su llanto, sino la desesperación de no poder salir de ahí.
El Consejo de Seguridad de la ONU ya ha cuantificado los daños y sabe que la población, y ya hablamos de millones, puede sucumbir a la malnutrición, al cólera, a otras enfermedades producidas por su sistema inmunológico deteriorado. Y no son cifras, sino sujetos que claman al cielo piedad y ayuda y piden que llegue la ayuda humanitaria que les permita sobrevivir. La violencia continúa en la ciudad portuaria de Hodeidah, en donde las fuerzas yemeníes respaldadas por Arabia Saudí siguen sin permitir que lleguen las ayudas humanitarias.
Esfuerzos ahogados en el hambre que se lleva por delante a millones de niños que ya nadie ve. Hablamos de armas; hablamos de matar y siempre a costa de los mismos. Más de 150 niños mueren cada día, miles viven en condiciones que no les permite estudiar ni continuar, cientos de miles han perdido a sus padres, miles de millones mueren de hambre. Mientras los países del consejo de seguridad de la ONU han pedido una solución política a las partes enfrentadas, Yemen muere ante los ojos del mundo sin solución de continuidad.
¿Hablamos de Yemen? ¿hablamos del hambre? ¿seguimos hablando en conferencias del hambre y de la paz? ¿Hacemos algo o somos responsables de esas muertes en pleno siglo XXI?
Debatan, debatan, hoy han muerto otros tantos…
[…] de catorce millones de personas necesitan ayuda humanitaria con carácter de urgencia, niños armados y expuestos a la hambruna, y varias enfermedades que ya […]
Hoy el prestigioso diario estadounidense New York Times ha publicado fotos de la hambruna en Yemen con ejemplos de niños concretos como Amal Hussein de siete años y Wahda Askri Mesheel muerta de hambre con once meses. El diario ha justificado la necesidad de publicar fotos de niños muertos en Yemen criticando la actitud de Arabia Saudí en el conflicto.